​El dueño de los perros que mataron a un hombre en Santa Marta: “Me cortaría ahora mismo una mano si pudiera reparar el daño. Asumo todo lo que me venga”

Este miércoles, después de suspenderse dos veces, está teniendo lugar la vista que juzga unos hechos que sucedieron en febrero de 2017. El dueño de los animales se ofrece a colaborar en todo y admite estar “profundamente dolido”

 JUICIO PERROS SANTA MARTA DE TORMES
JUICIO PERROS SANTA MARTA DE TORMES

F.A.R.M., acusado de homicidio imprudente y dueño de los perros que mataron a un hombre en la finca "Los Galgillos" situada en Santa Marta de Tormes, ha sido el primero en declarar en la Audiencia Provincial donde se juzga este miércoles los hechos que sucedieron en febrero de 2017 y por los que se piden para él, cuatro años de prisión y casi 135.000 euros, y para el veterinario, por un presunto delito de falsificación documental, tres años y medio de cárcel y el pago de 3.600 euros. Durante su declaración ha reiterado su arrepentimiento por los hechos y el perdón a la familia de la víctima “Yo los crie y se han convertido en asesinos. Es una desgracia para ese señor que perdió la vida y para su familia, pero también para mí, y la mía”.

Por su parte el veterinario ha admitido que él solamente redactó la cartilla de los animales con las referencias del dueño, los vacunó y les puso el chip. “Cuando son perros cruzados, el protocolo siempre es preguntar a los dueños. Hay tantas razas que es imposible que a simple vista pueda saber cómo están cruzados. Yo pregunto y si me cuadra, y no hay nada raro, lo incluyo en la cartilla”

F.A.R.M., dueño de los perros, ha sido el primero en declarar en la Audiencia Provincial. Ha afirmado que la noche y la madrugada de ese fatídico día había celebrado en la finca, propiedad de -por aquel entonces- su pareja sentimental, el bautizo del hijo de unos amigos. A las 4:00 horas él terminó de recoger todo y echó las sobras a los perros que estaban debajo de la ventana, pero “no me fijé. La confianza mató al gato y es negligencia mía el no ver si la puerta estaba abierta o cerrada. En un principio, cuando pasó todo eso, yo pensé que lo mismo una de mis hijas había dado al botón del mando jugando con él y por eso estaban fuera los perros; luego me di cuenta que lo mismo había sido yo al colocar las mesas, porque lo llevaba en un bolsillo” Más adelante ha asegurado que un vecino, después de suceder todos los hechos, le dijo que había visto a los perros por su casa y había llamado (a las 23:00 horas) al teléfono móvil del dueño, pero lo tenía apagado.

Procedencia de los perros

Según F.A.R.M. los perros eran muy dóciles, obedientes y siempre bien alimentados. “Los mimaba como a nadie porque me encantan los animales y solo he tenido un altercado con ellos porque mataron a otro galgo que tenía en esta propiedad y cuando le pegué, mal hecho por mi parte, con un palo a uno de ellos, Tigre, se revolvió en modo amenazante. En aquel momento lo tenía que haber matado, pero es la única vez porque nunca habían hecho nada”.

‘Gordopilo’, era el más grande de los perros y según los informes de la Guardia Civil, se trataba de un Presa Canario, raza considerada potencialmente peligrosa y que por los antecedentes penales del acusado no podría tener en posesión, que se lo regalaron al hermano del dueño que ha afirmado que “para mí era un cruce de bóxer y mastín”. Los otros dos, Tigre y galleta, eran hijos de este y se han criado, según la declaración del acusado, con sus hijas. Un cuarto, Tula, llegó hasta el lugar procedente de Valladolid.

Precisamente F.A.R.M. ha afirmado que Tigre era el “más cabrón de todos. Estoy seguro que ha sido el que ha tenido la culpa de todo”

“¡Corre! ¡Corre! Los perros... Sabía desde ese momento que algo malo había pasado”

F.A.R.M. ha recordado como se enteró de todo aquel día. “Cuando me levanté vi en el camino un montón de coches y al salir alguien me dijo ‘¡Corre! ¡Corre! Los perros han mordido a un señor’, momento en el que intuí que algo malo había pasado. Cogí corriendo a los perros y los guardé”.

Por su parte el representante del Ministerio Fiscal le ha preguntado por las declaraciones que viene reflejadas en el atestado recogidas por la Guardia Civil: “Han sido mis perros. Son peligrosísimos”, algo que admite no recordar exactamente haber dicho por el paso del tiempo, pero que la propia situación “ya era bastante grave y podría haberlo mencionado”, reiterando en ese momento su predisposición a colaborar con todo y asumir las consecuencias, porque “No sabe el dolor que tenemos en mi familia por ese señor y sus allegados. Si llego a tener un solo ápice de que iba a suceder esto, los hubiera matado yo mismo. Solo quiero ayudar y reparar el daño hecho. Me da igual todo lo que me venga porque solo tengo impotencia, pena y rabia por esa familia”

“Me da pena por el veterinario que sin comerlo, ni beberlo está en este juicio”

La Audiencia Provincial también juzga este miércoles al otro acusado A. L. M. por un presunto delito de falsedad documental, por ser la persona que impuso el chip y rellenó la documentación de los animales, porque del cuidado y cura de los perros el dueño ha admitido realizar esas acciones . “Me da pena por el veterinario que sin comerlo, ni beberlo está en este juicio”, ha admitido en su declaración. “Él puso en la cartilla la raza que yo le dije, porque es la que creía que tenían los perros por lo que me habían dicho. A mí como si me dicen que es un tiburón. He tramitado siempre todo lo que me ha dicho en otras intervenciones la Guardia Civil porque me encantan los animales, pero tenía mucho desconocimiento. Ahora a ‘Toro pasao’ todo el mundo habla. Si me lo hubieran dicho antes, yo hubiera hecho lo que fuera necesario”, concluye el dueño de los perros.

Por su parte, A.L.M., veterinario de profesión desde 2002, ha reiterado que “yo solo rellené los papeles por la información que me dio el cliente”. El abogado que representa a la familia de la víctima le ha preguntado “Si usted es un profesional ¿Cómo no puede haber especificado que eran perros potencialmente peligrosos?”, a lo que él ha contestado que siempre sigue el mismo protocolo. “Existen dos anexos en cuanto a perros potencialmente peligrosos, el 1, donde aparecen detalladas todas las razas que se incluyen y el 2, donde se recogen unas serie de características que si los dueños no saben la raza del perro, se determina si se puede considerar como tal. En este caso, él me dijo que era un cruce de mastín y bóxer, yo lo valoro y me encaja la descripción y por ello, lo pongo”.

En cuanto a la actitud de los perros “Me sorprendió que los animales hicieran esto. Siempre habían mostrado una actitud muy dócil, más aún que los galgos que me solía traer también este cliente. Pero aun así, mi función siempre es la misma sean perros de raza peligrosa o no, los analizo, les pongo el chip y relleno la cartilla. Si son perros peligrosos yo informo a los dueños, pero esa es mi única función, el resto de responsabilidad es de ellos.”

“Había un ser humano descuartizado por unas fieras. Aquello no se nos va a olvidar fácilmente”

Un gran número de testigos han declarado durante la mañana y la tarde de este miércoles. Destaca la declaración del inspector jefe del caso que afirma que “Tuve la oportunidad de ver a los perros. Uno de ellos parecía un León, un perro peligrosísimo. Habían pasado varias horas y seguía en actitud agresiva, era como una piedra todo encrespado. Solo verlo daba miedo y, sinceramente, si a esos perros me los hubiera encontrado un día por un camino, me hubiera dado la vuelta”. Del mismo modo, ha admitido que el dueño estaba abatido y que “el propio dueño me dijo que eran unos perros peligrosos. No sé exactamente que perro era pero creo que fue ‘Gordopilo’. Fue un día difícil porque nos encontramos un ser humano descuartizado por unas fieras y aquello no se nos va a olvidar fácilmente”.


El juicio continuará en la tarde de este miércoles con el resto de testigos y las conclusiones finales de los representantes de las partes afectadas


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