El incendio forestal en Aldeadávila de la Ribera puso rápidamente en alerta a sus vecinos, que veían cómo las llamas avanzaban rápidamente hasta el pueblo. El fuerte calor y el viento en la zona contribuyeron a que se acrecentara la tensión.
"Está todo el pueblo intentando apagar el fuego como puede", explica a SALAMANCA24HORAS uno de los vecinos implicado en las labores de extinción. La experiencia de años anteriores es un grado y la colaboración ha sido importante desde el primer momento. "Mientras los helicópteros no dejan de volar sobre el fuego los vecinos están ayudando a las cuadrillas".
"La colaboración ha sido mucha, incluso de pueblos colindantes como La Zarza y Masueco, entre todos se ha hecho una gran labor, con las máquinas, con las mangueras, porque el fuego se ha quedado a metros de casas", añadía otro vecino.
Y es que las llamas se adentraron rápidamente en el cámping, donde se han vivido momentos de gran tensión. "Algunos no sabían qué hacer, si coger lo que podían para salvarlo de las llamas y salir corriendo, si ayudar para que el fuego no llegara allí. Parece que de momento se ha impedido que no haya daños en las pertenencias personales del camping".
Donde sí se han registrado es en las fincas colindantes. "La gente estaba muy asustada y llorando, porque se le han quemado sus fincas y no sabemos si ha muerto algún animal". Pero el fuego sigue hacia la playa del Rostro, "pero la gente se ha volcado y colaborado como hacía mucho tiempo".
El temor ahora es que el incendio no pueda quedar controlado antes de que llegue la noche y los medios de extinción aéreos dejen de actuar. "Dicen que va a venir viento fuerte por la noche, pero también que habrá tormentas con lluvia que puede ayudar. Veremos a ver".
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