Fatídico cuatrimestre para Salamanca: 20 muertes por causas externas de junio a septiembre

El presente 2019 va camino de convertirse en uno de los peores años que se recuerdan en cuanto a defunciones por causas externas, tanto en territorio salmantino como de personas de Salamanca involucradas. Especialmente, y por desgracia, cobran protagonismo los meses de junio, julio, agosto y septiembre. Desde el 16 de junio veinte personas han perdido la vida por diferentes accidentes con causas externas, contabilizando los registrados en la provincia de Salamanca y las defunciones de salmantinos en carreteras cercanas de la comunidad

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Los accidentes de tráfico, una de las principales causas de estos fallecimientos

Los accidentes mortales de tráfico siguen siendo un gran problema en las carreteras salmantinas. En 2017, que se contabiliza como el año con más muertes por accidente de tráfico en los últimos seis años, quince personas perdieron la vida en las carreteras, mientras que el pasado 2018, fueron doce. Para este año las cifras no descienden y la tendencia hace pensar que será el peor año en cuanto a número de fallecimientos en accidentes de tráfico.

Hasta la fecha se contabilizan doce muertes en las carreteras salmantinas, nueve de ellos se han producido en los mencionados fatídicos meses, a los que además se añaden otros seis salmantinos que han perdido la vida en vías de la comunidad cercanas a la provincia, cuatro de ellos en ese mencionado cuatrimestre negro.

Así, el 16 de junio se abre la desgraciada cuenta de estos cuatro meses. Ese domingo un vecino de Valdesangil, Béjar, fallecía en Cardeñosa después de colisionar su turismo contra un camión cargado de animales en la autovía de Madrid. Por el siniestro, el varón, que quedó atrapado en su vehículo, fallecía minutos después del choque.

Julio, el mes con más fallecidos en accidentes de tráfico, contabilizaba la primera muerte ?de otras tres en el cuatrimestre- en las que un motorista estaba implicado. De esta forma, el 6 de julio el Helicóptero Medicalizado del Sacyl trasladaba a un motorista de 53 años al Complejo Asistencial de Salamanca tras sufrir un accidente en Coca de Alba. En concreto, en la SA-114. El conductor fallecía días después en el Hospital.

Una semana después, el domingo 14 de julio, dos salmantinos perdían la vida en una carretera cercana a Barco de Ávila, donde un accidente de moto volvía a ser el causante. En el término municipal de El Losar del Barco (Ávila), un pueblo próximo a El Barco de Ávila, en un cruce de la AV-100, la motocicleta en la que viajaban colisionaba contra un turismo. Cuando llegó el personal de emergencias al accidente sólo pudo confirmar el fallecimiento de ambas personas, una pareja de 34 y 35 años.

En la madrugada del siguiente domingo, 21 de julio, ocurrió uno de los hechos que conmocionó a toda Salamanca. Cuatro jóvenes de Alba de Tormes perdían la vida en Galisancho después de sufrir un accidente el vehículo en el que circulaban. Raquel, Roberto, Víctor y ?Ocho?, los cuatro jóvenes de 17, 17, 19 y 20 años, respectivamente, que iban en la parte trasera del Fiat Stylo de A.J.L., conductor de 29 años y que dio positivo en los análisis de alcohol y drogas.

Cuando aún estaban recientes las fatídicas consecuencias de ese accidente, ocho días después, el lunes 29 de julio, otro varón perdía la vida en la carretera de Vecinos.  El hombre de 48 años fallecía tras chocar frontalmente contra un camión cuando circulaba en su furgoneta, una Renault Kangoo, en el kilómetro 22,9 de la carretera CL-512, lo que corresponde a la recta de la finca de Sanchiricones.

Ya en agosto, otro varón fallecía en el término municipal de Ledesma después de que el vehículo en el que circulaba, en los asientos traseros, se saliera de la vía. El conductor del vehículo perdió el control del mismo y se salió de la carretera para acabar impactando contra un árbol, quedando el vehículo boca abajo. Por ese fatal accidente, falleció un hombre de 60 años.

Por fortuna, agosto no dejó más fallecimientos en las carreteras, pero septiembre se cobró la vida de tres personas.  El lunes 2 de septiembre, una pareja que circulaba en motocicleta por la A-62 a la altura de la Fuente de San Esteban chocaba contra el quitamiedos izquierdo impactando después contra el asfalto. Por desgracia, el conductor de la motocicleta, un hombre de 68 años, fallecía en el momento a pesar de las intervenciones de los servicios sanitarios en el lugar del accidente.

En Montamarta, Zamora, se contabilizaba una nueva víctima mortal. El conductor de un camión perdía la vida después de que un turismo colisionara con su vehículo cuando estaba parado en el arcén. El fallecido era un vecino del barrio del Zurguén.

Este sábado, 28 de septiembre, ha cerrado la lista de este cuatrimestre negro, el accidente registrado en la carretera de Vitigudino que se cobraba la vida de un varón tras un choque frontal.  Los hechos ocurrían a las 14:50 horas en el kilómetro 47,115 de la CL-517, en el término municipal de Villar de Peralonso, cuando dos turismos (un Opel Kadett y un Peugot 3008) colisionaron frontalmente, falleciendo uno de los conductores.

Ahogamientos, electrocuciones y accidentes ajenos al tráfico

La primera de las muertes que no tienen que ver con accidentes de tráfico, pero sí con agentes externos, ocurrió en las inmediaciones de Alba de Tormes el 26 de junio, miércoles. La víctima, un hombre que estaba en la finca de la ?Galiana? manipulando el transformador de un molino para, al parecer, hacerse con el cobre del cableado. En aquel momento una fuerte descarga eléctrica acabó con la vida de este varón, de 39 años.

Esta muerte fue la primera de tres días realmente duros en Salamanca, puesto que al día siguiente, el jueves 27, era una mujer la que perecía ahogada en una piscina en el barrio de Huerta Otea. Más exactamente, fue en el residencial Profuturo, lugar donde residía, y supuso el primer ahogamiento de todo el año en Salamanca.

Tristemente, el segundo ocurría menos de 24 horas después y a menos de 500 metros. Era también en Huerta Otea, en la calle Lamberto de Echeverría y, como en el anterior caso, se trataba de una señora de avanzada edad -88 años-.

Ya en julio, el 11 exactamente, el golpeo de una vaca acababa con la vida de un hombre de 77 años en Revalvos.

Más joven -59 años- fue el vecino de la Herguijuela de la Sierra que, de manera fortuita, cayó el sábado 29 de julio en un bidón de agua cuando iba a recoger las llaves de su coche cuando se le cayeron dentro, falleciendo ahogado.

En septiembre, María Visitación, desparecía en una residencia en la carretera de Naharros. Días después, el cuerpo sin vida de la mujer era encontrado entre unos maizales a unos 800 metros de la residencia Las Azucenas II. 

Esta fatídica lista de fallecimientos la cierra el suceso del 22 de septiembre en la Plaza de Toros. En el lugar, un hombre de de 91 años se precipitaba por las escaleras del tendido 8 de La Glorieta, llevándose un fuerte impacto en la cabeza. Por estas heridas, el varón falleció horas después en el Hospital.

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