Un hombre se enfrenta a dos años de prisión por tocamientos a una joven que se encontraba mareada

Está acusado de un delito de abusos sexuales y otro leve de hurto al sustraer una cartera con 90 euros, que posteriormente fue devuelta sin el dinero. Este, que fue el que devolvió la cartera después de llamar a la víctima, niega su implicación en los hechos y asegura que se encontró la cartera en la calle. La denunciante, sin embargo, asegura que fue él

 Un hombre se enfrenta a dos años de prisión por tocamientos a una joven que se encontraba mareada
Un hombre se enfrenta a dos años de prisión por tocamientos a una joven que se encontraba mareada

Un hombre, J.O.C.C., se ha sentado este lunes en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca acusado de un delito de abusos sexuales y por otro leve de hurto por unos hechos que se sucedieron en la madrugada del 4 de noviembre de 2016. En concreto, la denunciante asegura que encontrándose ella un poco mareada en la calle El Banzo debido a una enfermedad, el acusado se acercó hacia donde estaba ella preguntándole si se encontraba bien.

Sin embargo, a esto se le sucedieron tocamientos, primero en la cara y posteriormente en el pecho por debajo de la camiseta y sus genitales por encima de la ropa. Ante los gritos de la joven, el hombre, que se había bajado de un vehículo, se volvió hacia el mismo procediendo a aparcarlo y volviendo a pie para sucederse en sus comportamientos e, incluso, robar una cartera que se encontraba dentro del bolso. 

Estos hechos, que se sucedieron sobre las 4 horas según la víctima, los negó el acusado, que fue quien llamó a la víctima tres días después para entregarle la cartera que, según comentó, se había encontrado en el suelo ese mismo día antes de ir a trabajar. Esta es, de hecho, su coartada frente a las acusaciones claras de la víctima, que aseguró que la persona que le había realizado tocamientos y robado fue él. Según declaró, trabaja en Guijuelo, donde debe estar en el puesto de trabajo a las 4:45 horas. De hecho, dice que él sale de casa sobre las 3:45 ya que a las 4 horas se encuentra con otros compañeros en las afueras de Salamanca para acudir al trabajo con solo un coche y ahorrar. 

Esto último resta tiempo a cualquier acto del que se le inculpa, según comentó, y más cuando las llamadas que asegura la víctima que realizó se corresponden con horas posteriores a las 4 horas. Sin embargo, la víctima no arrojó ninguna duda y cuando recibió la llamada para devolverle la cartera, según el acusado porque él, de origen latinoamericano, ya la había perdido y conocía la dificultad de volver a conseguir todos los documentos, llamó a la Policía Local para que procediera a su detención, algo que realizó después de consultar a la víctima. 

El Ministerio Fiscal, en base a estas declaraciones, mantuvo su pena de dos años de prisión por los presuntos abusos sexuales y seis meses de multa a ocho euros diarios por el delito leve de hurto, ya que la cartera fue devuelta sin 90 euros, que también se pide en indemnización, sumados a otros mil por daños morales. Considera que sería raro que se recuperara la cartera tres días después tirada en la calle sin señales de estar deteriorada, a razón de las lluvias caídas por aquella época, prácticamente en el lugar en el que desapareció. Además, coincide el horario y se produjo un reconocimiento inequívoco.

No consideró lo mismo la defensa, que pidió la absolución alegando que no existen corroboraciones periféricas y por la coartada del trabajo, así como por carecer de sentido que el ladrón de la cartera la devolviera poco después. Subsidiariamente, eso sí, consideró que los delitos se deberían tratar unitariamente en caso de que se le considerara culpable,

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