Durante la segunda sesión del juicio, que ha quedado visto para sentencia, el fiscal ha mantenido este martes su solicitud de siete años de prisión para cada uno de los dos acusados, mientras las defensas han mantenido, por su parte, la petición de absolución.
El juicio se ha desarrollado durante dos jornadas en la Audiencia Provincial de Valladolid por unos hechos ocurridos a partir de febrero de 2017, cuando los supuestos autores instalaron dispositivos para captar las bandas magnéticas y los códigos pin de tarjetas de crédito en un cajero automático de Medina de Rioseco (Valladolid).
Con este método, según el fiscal, los dos acusados, de nacionalidad búlgara, efectuaron operaciones no autorizadas ni conocidas por los titulares de las tarjetas para conseguir dinero. "No había visto nunca nada semejante", un laboratorio en el que "no faltaba de nada" para clonar tarjetas en la vivienda de Alcorcón (Madrid) en la que residía uno de los encausados, ha manifestado este martes una policía que ha declarado por videoconferencia tras participar en las indagaciones sobre los hechos que se juzgan.
"En la casa se encontró un taller para hacer de todo", ha expresado la agente.
En la vista oral se ha juzgado en concreto la clonación de Medina de Rioseco y las operaciones de extracción de dinero efectuadas en cuatro provincias hasta lograr una cantidad global de 3.500 euros, aunque las investigaciones de los agentes abarcaron averiguaciones sobre unas cuarenta operaciones ilegales con tarjetas en España y la posibilidad de ramificaciones de las actividades en el extranjero.
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