Un varón de iniciales I.J.P.S. se ha sentado en el banquillo de acusados de los Juzgados de lo Penal número 2 de Salamanca por varios delitos al darse a la fuga en un control de alcoholemia ocurrido en noviembre de 2017, en el que arrojó un resultado de 0,98 mg/l, y se dio a la fuga, engañando a los agentes con que iba a esperar sentado en el coche porque "tenía frío".
Un acuerdo entre las partes en el juicio ha posibilitado que se rebaje la pena pedida inicialmente por el Ministerio Fiscal, de cinco años y nueve meses por conducción temeraria, negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia, resultado positivo en test y atentado a agentes de la autoridad. Finalmente, la pena acordada ha sido de tres años de prisión y cinco de privación del permiso de conducir.
Los hechos tuvieron lugar, según el escrito de calificación del Ministerio Fiscal, el 6 de noviembre de 2017, cuando el acusado conducía un vehículo por el kilómetro 325 de la carretera N-620, y fue dado el alto por los agentes. Tras ser sometido al pertinente test de alcoholemia, arrojó un resultado de 0,98 mg/l por aire espirado, casi cuatro veces más que lo permitido. Minutos después y antes de que los agentes le realizaran la segunda prueba, el acusado les dijo que iba a esperar en el coche porque tenía frío, momento que aprovechó para subirse al vehículo y darse a la fuga.
El escrito indica que el acusado emprendió la huida a gran velocidad por la A-62 y, en la persecución, puso en peligro la vida de los agentes, que tuvieron que apartarse de la vía para no resultar atropellados. Finalmente, horas después, I.J.P.S. pudo ser interceptado y arrestado.
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