“Él estaba en el momento y en el lugar erróneos”, esa ha sido la conclusión final del abogado de I.M.I.V., un varón acusado de estafar a una mujer más de 11.000 euros en una presunta estafa de compra-venta de libros. Sin embargo, el representante del Ministerio Fiscal ha mantenido la pena que solicitaba para este presunto estafador –salvo el atenuante por reincidencia, puesto que aunque si aparecía en el escrito de calificación previa, no le constaban antecedentes penales al acusado- porque “existen hechos acreditados de que todo esto supone una trama de estafa, llevada a cabo por el acusado de común acuerdo con otras personas. Lo que pasa es que se encontró allí a alguien que no esperaba y por eso no le pidió el dinero”, ha manifestado el Fiscal.
Esa persona que mencionaba el representante del Ministerio Fiscal, fue presentada a I.M.I.V. como la sobrina de la víctima el día que este se personó en la casa para solicitarle un último pago de una serie de transacciones que venían realizando con la víctima, la cual era una conocida en el sector de compra-venta de libros. Sin embargo, no se trataba de la sobrina sino de una agente encubierta que junto a otros dos policías, que esperaban en una sala contigua, intervinieron para identificar a un hombre que “se había presentado como Ricardo, pero comprobamos que se llamaba de otra forma”, ha declarado uno de los agentes en la vista oral celebrada este lunes.
Los hechos por los que se piden cinco años de prisión al presunto estafador, se remontan a mayo de 2018 cuando I.M.I.V. se presentó en la vivienda de la víctima para solicitarle un último pago del importe de una serie de transacciones que venían realizando, “siempre con personas diferentes” –según la víctima-, relacionadas con unas colecciones literarias de un importante volumen monetario.
“Yo soy asidua a la compra-venta de colecciones literarias con un alto valor. Estas personas Me llamaron una vez y vinieron a mi casa a por la mitad de una colección que yo tenía”, ha declarado la presunta víctima. “La segunda parte de esa colección –ha continuado la mujer- me dijeron que la tenían ellos y que una persona estaba interesada en adquirirla al completo por lo que me ofrecieron la posibilidad de poder comprarles su parte y luego hacer de intermediarios para vender a ese tercero el completo de la obra”. La mujer realizó el pago de 3.700 euros para completar esa obra que, supuestamente, ya tenía una persona muy interesada en ella.
“Me llamaron a los dos días y me dijeron que el comprador renunciaba, así que me quedé con toda la colección. Sin embargo, a los pocos días me volvieron a llamar afirmando que tenían otro comprador y a mi casa se acercó una persona que se presentó como perito judicial diciendo que yo debía abonar 3.390 euros a mayores. Me hizo un albarán y le pagué”, ha asegurado la mujer en el juicio, quien además ha añadido que le llamaron otra vez más para solicitarle otro pago de 4.000 euros en concepto de IVA, el cual abono, y una última vez para pedirle más de 3.000 euros; algo que ya le hizo sospechar por lo que acudió a Comisaría a denunciar estos hechos.
Por declaraciones de la víctima “nosotros teníamos constancia de que se iba a pasar una de estas personas a realizar otro cobro, por lo que dos compañeros estarían en una habitación contigua por si el hombre intentaba huir y yo me haría pasar por la sobrina de la mujer, porque le daba miedo estar sola”, ha relatado una de las agentes que ha prestado declaración en el juicio.
“La mujer le llamó por teléfono en nuestra presencia y les dijo que ya se podían pasar a por el dinero. Allí apareció un hombre que se presentó como Ricardo y al ver que la mujer estaba acompañada no le solicitó el dinero, pero tampoco negó nada cuando la víctima le anunciaba que había hecho ya los otros cobros y solo quedaba este”, ha continuado la agente quien ha manifestado que el hombre “probablemente ante mi inesperada presencia, dijo que tenía que comprobar una cosa en el coche, momento en el que mis compañeros salieron de la habitación y procedieron a su identificación, comprobando que no se llamaba Ricardo”
Sin embargo, I.M.I.V. ha manifestado que en ningún momento había sido consciente de lo que estaba pasando hasta que su abogado se lo comunicó. “Llamé a la señora porque es conocida en el mundo de la compra-venta de libros. Saqué su contacto de un portal especializado y acudí solamente para vender unos ejemplares, no para comprar nada”, ha asegurado el acusado en la vista celebrada en la mañana de este lunes en el Juzgado de lo Penal Número 1. Su letrado ha pedido la libre absolución porque “todo es un cúmulo de despropósitos. No niego que la señora pueda haber sido estafada, pero en ningún momento mi cliente estaba implicado”, ha declarado en un juicio que ha quedado visto para sentencia.
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