Con mucho temple pero con el dolor todavía presente, así recuerda Begoña Calvo el día en el que apareció muerta su hija Laura. El caso se cerró con la determinación de que la joven de 17 años se había quitado voluntariamente la vida. Sin embargo, ella no va a descansar hasta que se investiguen las “incógnitas” que rodean el fallecimiento.
 
Begoña tuvo conocimiento de la relación que mantenía su hija con José Manuel -conocido popularmente como el “acosador de Salamanca”- en el mes de febrero. Aunque ya le había preguntado si estaba con él, fue el día de los enamorados cuando su hija le confirmó que los regalos que había recibido eran de Juan Manuel S.C., también conocido como El Mika.
 
Poco tiempo pasó, ya que el 6 de marzo de 2009, Laura González, de 17 años, fue encontrada por su hermano colgada de un pañuelo en la escalera de su domicilio. A partir de ahí se sucedieron una serie de hechos que para Begoña “no concuerdan”. En primer lugar mantiene que los médicos le dijeron que la muerte se había producido por asfixia, pero que la menor no presentaba signos de ahorcamiento en el cuello, y así un sinfín de datos que una vez pasado el momento, hacen creer a Begoña, que “algo pasó en mi casa aquella noche”.
 
Varios vecinos vieron esa tarde a Laura acompañada por Mika, y así lo confirma una amiga, que destaca que el coche de estaba aparcado en la parada de autobús a las 21.30 horas aunque ellos no estaban dentro. La misma amiga -lo eran desde la infancia- asegura que tenía conocimiento de la peligrosidad de José Manuel por otros amigos, que ya les habían avisado de que no se rieran de él, ya que “era de los que te metía un tiro”. 
 
La amiga afirma no saber lo que vio Laura en él, “pero es que a ella en cuanto le daban cariño se dejaba querer”. También cree firmemente que Laura no se quitó la vida voluntariamente “porque no tenía ningún motivo. Era muy alegre y nos contábamos todo”.
 
Sin embargo, conocía también al grupo de amigos que salían con Laura y con Mika y de hecho afirma que “Fran y Rebeca se presentaron al día siguiente en mi casa para decirme que ellos no habían sido”. Otra cosa que quiere destacar es que pese a que Juan Manuel afirmó que Laura le contó que su hermano le pegaba “eso no es verdad. Discutían como todos los hermanos pero nunca le he visto con ningún moratón y se querían muchísimo”.
 
Larga lucha
 
Begoña no solo ha tenido que sufrir la pérdida de una hija, sino que posteriormente ha tenido varios juicios con José Manuel, al que denunció tras recibir un mensaje en el móvil que decía que habían matado a su hija. Además, también afirma que subieron fotos de la menor en las redes sociales una vez fallecida. Por ello, asegura que no va a cesar en su lucha, que quiere que se investigue “porque si ya se le salió bien una vez, también le puede salir una segunda”.
 
Respecto a su aparición en televisión pidiendo perdón y ser ingresado en un centro especializado, Begoña sostiene que es una “estrategia para no entrar en la cárcel”, pero solo hay que ver el historial de denuncias que tiene de chicas “cada vez más jóvenes”.

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