El okupa de colegios vuelve a las andadas. J.M.F.M., multado con noventa euros hace un mes por acceder sin permiso al colegio público Gabriel Martín, en Buenos Aires, ha vuelto a ser sorprendido por padres de este barrio, reclamando a las autoridades una solución urgente.
Y es que hay temor de estos padres por el violento historial del hombre, pues pasó en la cárcel buena parte de su vida después de ser condenado por parricidio en 1989 y regresó por enviar cajetillas con explosivos a diversas personas conocidas en señal de venganza. En concreto, por ambos delitos fue penado con 22 años de cárcel.
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