Relato de un desencuentro: la historia de los dos vecinos de Canalejas enfrentados desde hace 25 años


El Juzgado de lo Penal número 2 de Salamanca ha acogido este jueves, 21 de febrero, la vista oral contra C.B.G., una mujer, residente en el paseo de Canalejas, acusada de ocasionar daños en la puerta de la casa de su vecino de arriba lanzándole presuntamente barreños con agua y "otros líquidos no identificados". También, de romper a escobazos la cámara de seguridad que el propio afectado instaló para vigilar la puerta

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No es nuevo que se produzcan enfrentamientos entre vecinos en Salamanca. Rara es la comunidad de propietarios en la que algo no se haya tratado de aclarar a voces o algo más alguna vez, por unas cosas u otras. Sin embargo, la declarada hostilidad entre dos jubilados que se ha juzgado en la mañana de este jueves, 21 de febrero, ha sido de lo más curiosa, debido principalmente a que se viene alargando mucho en el tiempo. Por los menos 25 años.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Salamanca ha acogido la vista oral contra C.B.G., una mujer, residente en el paseo de Canalejas, acusada de ocasionar daños en la puerta de la casa de su vecino de arriba lanzándole presuntamente barreños con agua y "otros líquidos no identificados". También, de romper a escobazos la cámara de seguridad que el propio afectado instaló para vigilar la puerta.

En la vista, la acusada le ha explicado a la juez que tiene "un problema" con su vecino "desde hace 25 años", pero ha indicado que es él el que le causa desperfectos. "Me mete agua en la casa y su hijo, que llega siempre de madrugada, me arroja vino y agua fuerte al toldo", ha explicado. "Yo le tiro agua para defenderme", ha reconocido, eso sí, la señora, "pero sólo agua, nada más, y la puerta no se puede dañar por el agua, ya que con ella se limpia", afirmó en la mañana de este jueves la mujer.

También ha reconocido haber golpeado con el palo de la escoba la cámara del vecino. Aunque tampoco ha hecho falta que lo hiciera, ya que en la vista se han reproducido en un ordenador ante la juez numerosos vídeos grabados entre abril y junio de 2018 en los que con total claridad se ve a la acusada subir al piso de arriba y lanzar el agua con un barreño. En otros, emprenderla a golpes con la cámara de vigilancia, hasta que la derribaba. Los vídeos, eso sí, cesaron cuando la cámara desapareció misteriosamente. "Lo hago porque vivo en una cárcel y me dijo que lo echa o le mata".

La víctima, es decir, el vecino del quinto, ha indicado en su comparecencia como afectado que "no existe diálogo con ella. No se puede razonar", y ha indicado que tiene la puerta destrozada y que está cansado de la situación. "Mi mujer y yo nos hemos tenido que marchar a vivir a otro lado, pero me da miedo poner la casa en alquiler porque puede arremeter contra el inquilino", ha dicho, mientras la acusada negaba con la cabeza y afirmaba que mentía y que "siguen viviendo en el edificio". 

Los ataques ocurren cuando llueve

El hombre ha explicado con serenidad que los presuntos ataques de la señora se producen cuando llueve, porque "un vecino del octavo cerró su terraza y no instaló los respectivos canalones, y el agua cae por el tejado al balcón de esta mujer". Sin embargo, y pese a indicar que el vecino del octavo se ha comprometido a arreglar la situación instalando los canalones, la enemistad continúa y la cámara no aparece.

Así que buena parte del juicio también se ha desarrollado para dilucidar si era necesario cambiar la puerta entera del afectado, "porque está abombada", o solo la parte exterior, que lógicamente le saldrá más barato a la acusada de ser condenada.

Finalmente, tras la participación de un perito experto en puertas, el representante del Ministerio Fiscal ha calificado los hechos como constitutivos de un delito leve de daños, solicitando una multa económica para C.B.G. de tres meses con cuota diaria de 8 euros. Así como la intervención en la puerta, que acabe con el abombamiento. Por su parte, la defensa de la acusada ha solicitado que se imponga a la mujer una multa de un mes con cuota diaria de 3 euros, y se tenga en cuenta una eximente de trastorno mental transitorio, ya que por estos hechos la mujer ha tenido que acudir a sesiones de psiquiatra y tomar, según contó, "cinco pastillas diarias".

El abogado defensor también ha arremetido contra la parte acusadora, afirmando que no podían pedir ellos que la mujer pagara 20 euros de cuota diaria, como así solicitaba el abogado de la víctima, indicando que la mujer cobra una pensión de 1.200 euros mensuales "y a Mario Conde le pidieron 30 euros de cuota diaria, sólo 10 euros más que a ella".

El juicio, finalmente, ha quedado visto para sentencia. No sin que la mujer, en su último alegato, señalase que iba "a denunciar a su vecino".

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