A finales de diciembre la Junta de Castilla y León activó un protocolo preventivo para determinar el origen de un brote sospechoso de toxiinfección en una residencia de personas mayores en Cabrerizos. Las personas afectadas, un total de 18, comenzaron a presentar cuadros de fiebre y vómitos. Fue entonces cuando los responsables del centro alertaron al Servicio Territorial de Sanidad de la Junta, encargado de poner en marcha el protocolo.
Desde la Administración autonómica se ha llevado a cabo un análisis de las muestras de comida que se custodiaban en la residencia. Así, rodos los afectados presentaban síntomas leves, aunque una residente debió ser ingresada en el Hospital Virgen de la Vega en observación. No obstante, aunque el protocolo de prevención se hizo aconsejable ante la sospecha de infección tóxica, los responsables sanitarios aclararon entonces que también podría tratarse de un brote de origen vírico.
Así lo ha confirmado ahora el Servicio Territorial de Sanidad. "Los resultados analíticos de alimentos, agua de la red y coprocultivos de los afectados han resultado negativos", explica la jefa del servicio en un documento al que ha tenido acceso este diario. Y añade: "Dada la sintomatología y buena evolución de los afectados, junto con los resultados negativos y la coincidencia con los días navideños, que conlleva a una mayor afluencia de personas a la residencia y salida de residentes, suponemos que lo acaecido ha sido un proceso vírico".
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