Si bien no hubo que lamentar daños personales, al resultar ileso su conductor, sí se contabilizaron daños materiales en el vehículo.
Tras solicitar la documentación personal a C.C.Z. de 42 años de edad y la de vehículo que conducía, se comprobó que carecía de autorización para conducir al haber sido privado de la misma por resolución judicial.
El resultado de la reglamentaria prueba de alcoholemia arrojó resultados positivos de 0'86 y 0'83 mg/l, por lo que el conductor resultó doblemente investigado como presunto autor de sendos delitos contra la seguridad vial.
Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción Nº 3 de Burgos.
La ingesta de bebidas alcohólicas así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.
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