‘Celichef: un reto entre fogones’, el único concurso de cocina íntegramente adaptado a las necesidades del colectivo celíaco, se celebra durante estos días en la Escuela Internacional de Cocina ‘Fernando Pérez’, en Valladolid.
Entre el 5 y el 8 de febrero tuvieron lugar las eliminatorias, donde 18 participantes procedentes de escuelas de cocina de la Comunidad compitieron por ganarse un puesto en la final. Jesús Lorenzo Palomino, procedente de la Escuela Fonda Veracruz, y Ricardo Gómez, estudiante de la Escuela de Hostelería de Salamanca, lograron el pase a la final en la que tendrán que enfrentarse en cocinas con Valentino Ligia, estudiante de Zamora.
El certamen tiene dos modalidades, Panadería y Repostería y Cocina General, y este jueves se celebra la final de la segunda de ellas. Los tres participantes que conquistaron al jurado en sus respectivas eliminatorias tendrán que elaborar en directo un menú sin gluten, compuesto por tres platos, con los que intentarán hacerse con el gran premio.
En esta ocasión ‘Celichef’ contará con un jurado de excepción, ya que degustarán y valorarán los platos de los finalistas, Marc Segarra, Miguel Ángel de la Cruz y Víctor Martín, todos ellos reconocidos cocineros con una Estrella Michelin en su haber, junto con Eduardo Álvarez, director de RTVCyL y Patricia García, Presidenta de la entidad organizadora.
Con esta actividad la Asociación pretende reivindicar la importancia de la formación de las personas que en un futuro ocuparán las cocinas de Castilla y León, ya que los profesionales de la hostelería y la restauración tienen un papel fundamental en la salud de las personas con enfermedad celíaca. Se trata de una campaña que se puso en marcha por primera vez en 2015, y con la que la entidad ha logrado llegar a más de 2.000 alumnos a través de sesiones formativas impartidas en todas las escuelas de cocina de la Comunidad.
De esta manera, Acecale se adelantó a las recomendaciones que el Defensor del Pueblo publicó en su estudio sobre la calidad de vida de las personas celíacas. Gracias a este concurso se demuestra que, con información y esfuerzo, este colectivo puede llevar una vida normalizada, salir a comer o cenar fuera de casa y disfrutar de un buen menú sin gluten “más allá de una ensalada o un filete”, como recuerdan desde la organización.
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