Arcadi Espada: “Los casos de Camps y Cifuentes no son similares salvo por el extraño uso de la verdad que tiene el PP”

El reconocido periodista español visita Salamanca este domingo dentro del Encuentro Eleusino en el que hablará sobre ‘La verdad, esa incorreción política’. Precisamente sobre ello trata en su último libro, ‘Un buen tío’, en el que cuenta la historia de Francisco Camps tras la imputación del expresidente de la Comunidad Valencia por el ‘caso de los trajes’ y su posterior absolución. Cree que, por lógica, Camps debería ser restituido mientras que Cifuentes, destituida y considera que, por ello, el PP va hacia la extremaunción. Critica, además, a Ciudadanos, con gente “cobarde y pusilánime” entre sus filas; al ‘peterpanismo’ del PSOE y los extremismos de Podemos y Vox

 Arcadi Espada
Arcadi Espada

A Arcadi Espada le sobran presentaciones. Escritor y periodista, su nombre ha estado ligado a numerosos medios de comunicación y actualmente también a ‘Un buen tío’, una obra dirigida al expresidente de la Comunidad Valenciana Francisco Camps en base a su doble absolución del ‘caso de los trajes’. Precisamente ahí, dice, radica su bondad, en que un juez todavía no le ha dicho lo contrario pese a que desde algunos medios de comunicación y la opinión pública obligaran a enterrarle. Además, habla de la actualidad política y de lo que podrá ser el futuro.

Antes de iniciar el libro, ya habla de populismo y posverdad. ¿Qué opina de estas dos palabras tan de moda?

Lo primero que opino es que están íntimamente conectadas. Sin mentiras no hay populismo y la posverdad está ligado con la mentira. Al mentiroso le importa todavía la verdad y sabe que tiene que practicar su contrario. El caso de la posverdad, la cuestión fundamental no es que se mienta, es que no importa. Es la diferencia entre Bush y Trump, el primero podía mentir sobre las armas de destrucción masiva pero al segundo no le importa la verdad.

¿Por qué ha decidido escribir este libro sobre Francisco Camps?

Es un libro muy interesante. Es un caso para cualquier periodista de los de siempre, que se interese por ir río arriba y no por acomodarse a la verdad manoseada, a la falsedad manoseada.

¿Qué le hace un buen tío a Francisco Camps?

Un buen tío es un título excelente que refleja la condición humana. Usted también es un buen tío. Esa condición solo podrá liberársela en términos públicos un juez cuando lo condene. El señor Camps no está condenado y las dos sentencias que tienen son absolutorias. Es un buen tío al cuadrado.

¿Cree de verdad que el periodismo actual es desmedido?

¿Tiene sentido dedicar 169 portadas al caso de los trajes? A mí me pareció desmedido desde el primer momento y de ahí el libro.

Actualmente tenemos el caso de Cristina Cifuentes. Tres trajes contra un máster. ¿Qué similitudes tiene?

No es un caso similar. Cifuentes es responsable de haber engañado a la sociedad por un máster que no cursó. Y Camps es inocente de todos los cargos. La única cosa en común es el extraño uso de la verdad que tiene el Partido Popular. Nunca parece acertar: no destituye a Cifuentes y no restituye a Camps.

Hablemos también de la sociedad. Parece que la población también consume este tipo de noticias. ¿Qué línea hay entre el propio periodismo y la sociedad? ¿Quién tiene la culpa?

Los políticos no pueden segregarse de la sociedad. Es un problema social que debe entenderse de un modo global. Esto no quiere decir que el vecino del quinto sea responsable de las portadas de ‘El País’. Hay una difusa responsabilidad social en lo que se publica pero eso no llega a ignorar la responsabilidad de quien lo publica. Si todos son culpables, nadie lo es.

Y entran también las redes sociales. ¿Qué opina del juicio mediático al que se expone la gente?

Las redes sociales son un lugar que han existido siempre aunque no organizado de ese modo, no con tanta facilidad. Tontos siempre ha habido en el mundo y también tienen derecho a comunicarse y a decir sus gansadas. Antes, desde las barras de los bares, se reían con sus chistes. Ahora tenemos la ventaja de saber cuál es el origen de un chiste. Pero naturalmente eso no quiere decir que sea nuevo. La estupidez no es nueva, tampoco la jauría del acoso a personas honradas e inocentes.

Las redes se han convertido en el primer poder de censura con su práctica contemporánea. Son más peligrosos en la libertad de expresión que cualquier juez. Conozco periodistas jóvenes que viven acojonados sobre el artículo que están escribiendo por qué dirán. Estamos criando una generación de periodistas capados desde el punto de vista del pensamiento. Es un instrumento interesante que podría tener un uso útil pero pasa igual que con la televisión. Si fuera buena, sería maravillosa, pero no es buena.

La política actual tiene también muchas aristas. En primer lugar, con próximas elecciones municipales y autonómicas a la vista y un cierto reposo después de tres años ya con la nueva generación, ¿ha cambiado algo verdaderamente en la política o hablamos de lo mismo con otra gente?

No hablamos de lo mismo. Ahora solo se hablan estupideces. Por ejemplo, en Barcelona, con Colau y su pequeño cerebro de mosquito, no se discuten temas importantes. En Madrid se emborrachaban con la movida y ahora se habla de si tiene que ampliarse la Gran Vía dos dedos o cuatro.

Lo único que, a mi juicio, están haciendo bien estos ayuntamientos es llenar las ciudades de carriles bici que no transita nadie porque no hay esa cultura pero que tienen la ventaja de que van en la dirección correcta de reducir el coche particular. Es de lo poco que puedo aplaudir, todo lo demás es basura.

Desde el punto de vista de la experiencia, ¿cuáles son entonces los principales problemas políticos que asolan a España?

La decadencia del sistema de Gobierno del PP. Con el caso Cifuentes lo ha llevado a la extremaunción, a que nadie les vote. Han gestionado mal o generalmente mal la crisis de Cataluña y el asunto de los independentistas catalanes, que siguen dando la matraca. Ahora solo importa quién va a sustituirles, espero que Ciudadanos pueda asumir esa tarea pero también tengo dudas. Es un partido lleno de cobardes y personas pusilánimes que no acaban de ver la gravedad de lo que los españoles le han puesto en sus manos. No sé si van a estar a la altura.

¿Nadie más podría estarlo?

No va a quedar de alternativa el PSOE de Pedro Sánchez, blanco de día y colorado de noche. Es un partido que todavía no sabe lo que quiere ser cuando sea mayor y tiene más de cien años. Tiene un complejo de ‘peterpanismo’, del gran Peter Pan que fue Zapatero.

En cuanto a los otros partidos, Podemos y Vox, qué decir. Solo les queda repartirse el electorado más extremo y completamente fuera de cualquier sistema pero no de cualquier sistema de razón. Vox y Podemos, ahí se las compongan en esa especie de suburbio que la extrema derecha e izquierda han creado en Europa y pueden dedicarse a sus fantasías. Es un combate suburbial parecido al de Francia con comunistas y Le Pen. 

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