Este miércoles ha tenido lugar en la Audiencia Provincial la segunda sesión del juicio con jurado popular contra J.R.D.Z., el joven acusado de acabar con la vida de su padre al apuñalarle dos veces en el cuello en su domicilio en la calle Taboada García, en el barrio de Chamberí.
Tras las declaraciones, este martes, del acusado, su hermana y la mujer de víctima, así como de los agentes que detuvieron al joven y que inspeccionaron el lugar de los hechos, en esta ocasión ha sido el turno de los forenses, encargados de realizar la autopsia, así como el informe psicológico del acusado.
A este respecto, han destacado “rasgos antisociales” en la personalidad del acusado, y han aclarado que se trata de lo que “antes se llamaba psicopatía”. Las forenses han explicado que realizaron dos evaluaciones psicológicas a J.R.D.Z., la primera el mismo día de su detención y la segunda unos seis meses después.
Según su declaración, de ese primer examen destaca su “frialdad afectiva”, es decir, la poca “resonancia afectiva” con los hechos ocurridos. Además, no apreció que tuviera alteradas sus capacidades volitivas ni intelectivas ni tampoco que presentara signos de ansiedad. Según el médico forense, el acusado explicó lo ocurrido en ese primer encuentro y el relato era “congruente”, “bastante coherente” y que “cuadra cronológicamente”.
En la segunda evaluación, unos seis meses después del momento de los hechos, los forenses advirtieron un intento de “manipulación” para “causar buena imagen” y apreciaron, según su testimonio, que el acusado se había leído los artículos 20 y 21, referidos a los eximentes y atenuantes.
De esos dos encuentros, los forenses concluyeron que conservaba “plenamente” sus capacidades cognitivas y volitivas y que no presentaba ningún tipo de trastorno desde el punto de vista psicológico ni médico. De hecho, durante el juicio han explicado que una víctima de maltrato psicológico, como sostiene la defensa, durante la etapa de la adolescencia, cuando la personalidad ya está formada “puede tender más al suicidio que al homicidio”. Según los médicos forenses, las personas que viven en entornos hostiles son más “dependientes y obsesivos” y es más probable que acaben siendo víctimas que agresores.
La víctima no presentaba heridas defensivas
En cuanto a la autopsia de la víctima, los médicos forenses han detallado que la víctima presentaba dos heridas en el lado izquierdo del cuello. Ambas alcanzaron la yugular, aunque una de ellas fue más profunda, atravesó la vena y llegó hasta la laringe. Consideran que el filo del cuchillo empleado pudo doblarse al penetrar en la laringe, debido a los cartílagos y han apuntado que, para ello, “tuvo que haber cierta fuerza”.
Según la trayectoria de las heridas del cuello, los forenses ven “congruente” que la víctima estuviera situada en un “plano inferior al agresor” en el momento del suceso y en posición de cúbito lateral derecho.
Del mismo modo, los forenses han destacado en su declaración que no había señal de lucha ni de defensa por parte de la víctima, un aspecto que estudiaron “con especial detalle”. Según su experiencia, suelen darse heridas defensivas en manos y brazos y, en este caso, no las había, por lo que esta circunstancia es compatible con que estuviera dormido cuando empezó el ataque, aunque después se despertara.
Según los forenses, las heridas que presentaba la víctima, sin la atención inmediata, el fallecimiento es inevitable y no descartan que, aunque se suturara en el momento, se hubiera producido la muerte debido a la gran pérdida de sangre por tratarse de “un vaso con gran caudal”.
La Fiscalía mantiene la petición de pena de 15 años por asesinato con alevosía
La Fiscalía mantiene la petición de pena de 15 años de prisión para J.R.D.Z. por un delito de asesinato con alevosía, con el agravante de parentesco y el atenuante de arrepentimiento espontáneo, así como una indemnización de 120.000 euros para la hija de la víctima por responsabilidad civil y retira la petición de 150.000 euros para la viuda ya que ésta renunció a la indemnización.
Según el Ministerio Fiscal “es probado que la relación no era idílica” pero “el padre se preocupa y trata de conseguir que la relación familiar funcione” acudiendo a terapia psicológica con los hijos. Además, debido a que la víctima viajaba a menudo, la Fiscalía considera que “mucho no podría machacar al acusado porque estaba ausente”.
Del mismo modo, se ha referido a la discusión que tuvieron víctima y acusado un mes antes por los estudios, en la que el padre “puede que se extralimitara y le diera dos bofetadas” pero considera que “no es suficiente” para lo que hizo. Además, ha señalado que el hecho de quitarle el móvil, Internet y evitar que saliera de casa no fue “un maltrato o machaque” sino un castigo por su mal comportamiento.
Para el Ministerio Fiscal el hecho de que las heridas se produjeran en una zona vital, que el ataque fuera reiterado y que el arma empleado fuera capaz de causar la muerte, demuestran que “quería matar a su padre” y que “otra cosa es que se arrepintiera o no de eso”.
Del mismo modo mantiene que J.R.D.Z. cometió asesinato porque fue con alevosía, ya que el padre estaba dormido, el acusado los sabía y le atacó. “La muerte es alevosa porque se produce con una total indefensión por parte de la víctima”, ha subrayado, algo que denota un “comportamiento ruin y traicionero”.
La Fiscalía reconoce como atenuante el arrepentimiento espontáneo, punto en el que coincide con la defensa, ya que el acusado reconoció el delito antes del inicio de la investigación, pero mantiene que se considere el agravante de parentesco ya que “vulnera la relación de afectividad” existente.
Del mismo modo, ha recalcado que, según el forense, no existía trastorno mental por lo que esto no puede tenerse en cuenta como eximente o atenuante, tal y como pide la defensa, y ha recalcado que “la intoxicación no está probada” por lo que tampoco podría actuar como atenuante o eximente. Su conducta no es merecedora de un indulto”, ha subrayado la Fiscalía.
Por su parte, la defensa ha señalado que “el cúmulo de situaciones” a las que estaba sometido el acusado es el motivo por el que un chico de 18 años recién cumplidos le clavó un cuchillo a su padre.
El abogado defensor ha acusado a la víctima de tener a su hijo “bastante agobiado” y se ha referido a una discusión en la que “le rapó el pelo” algo que ha considerado como “una vejación totalmente injusta” que ha comparado con el “comportamiento nazi”.
Según la defensa, el acusado mintió a su padre con los estudios porque “le tenía miedo”. “El padre está encima de su hijo hasta el punto de que lo tenía agobiado y totalmente oprimido”, ha recalcado y ha señalado que la situación a la que estaba sometido el acusado “produce en una persona normal un comportamiento de desesperación”.
“Es un hecho grave, pero viene motivado por un comportamiento excesivo del padre hacia el hijo”, ha señalado la defensa, que ha recalcado que la víctima “provocaba situaciones de conflicto en la familia”. “Tienen que pensar que las cosas no ocurren porque sí”, ha señalado dirigiéndose al jurado popular. Además, ha destacado que el joven no escapó y ayudó a la víctima, aunque estaba en estado de shock.
Del mismo modo, se ha referido a la edad del acusado y ha considerado que la diferencia mental entre tener 17 años a 18 por un mes “debe ser mínima”, por ello, la defensa ha pedido que se sopese el indulto porque “un mes antes no tendría que cumplir pena de prisión” y, en caso contrario, que se suspenda la pena.
El acusado pide perdón y manifiesta estar arrepentido
El acusado ha comenzado sus últimas palabras pidiendo perdón a su hermana y la viuda de su padre por lo ocurrido. Ha reconocido que lo que hizo está mal y ha asegurado que no es una persona violenta.
“En casa nunca he tenido un buen clima”, ha recalcado y ha explicado que si es frío y reservado es porque desde que era pequeño ha sido su mecanismo de defensa., que no tenía con quién hablar de sus problemas “Ese día se me vino el mundo encima”, ha asegurado el acusado y ha reiterado que fue “un arrebato”, que “ese día se me acumuló todo y no pude manejarlo”. “Ojalá pudiera volver a ese día y que no hubiera pasado nada”, ha subrayado.
Tras esta segunda jornada, sólo queda conocer el veredicto del jurado popular que deberá deliberar tras la entrega del objeto de veredicto este jueves.
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