​Salamanca se moviliza contra la falta de presupuesto en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género

Este miércoles, 16 de mayo, estaba organizada una manifestación que marchó desde la Plaza Mayor hasta la Subdelegación del Gobierno a las 20 horas para reclamar que se cumpla “el aumento de los 200 millones de euros anuales”. En la capital charra estaba coordinada por el Movimiento Feminista de Salamanca

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Salamanca se unió a las movilizaciones feministas previstas en toda España para este próximo miércoles, 16 de mayo, para protestar contra el incumplimiento del Gobierno de incluir 200 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) destinados al Pacto de Estado por la Violencia.

Organizadas por más de 300 organizaciones feministas, en Salamanca la marcha, que partió desde la Plaza Mayor hasta la Subdelegación del Gobierno, estaba coordinada por el Movimiento Feminista de Salamanca, y se reclamó “que en los PGE para el 2018 cumplan el aumento de los 200 millones de euros anuales, que vienen a ser el 0,04% del presupuesto del Estado, acorado en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género”, motivo por el que el lema de la marcha fue ‘Compromiso = Presupuesto’.


Así lo anunció una de sus portavoces, Julia Aparisi, quien detalló que por el momento hay 74 ciudades que participan en estas manifestaciones, si bien “probablemente haya más” que reclamen que se destine el dinero prometido a las 214 medidas “que se consiguieron aprobar tras un año de debates”.

Y es que, como recordó Julia Aparisi, “de los 200 millones (de euros) que se pactaron sólo hay 80”, por lo que reivindican lo que se había pactado, puesto que “si no se da presupuesto para poner en marcha las medidas, queda todo en papel mojado” y difícilmente se podrán poner estas medidas en marcha sin una dotación económica”.

Porque “son 120 millones, ni más ni menos” en partidas que no van a llegar y que son importantísimas “en la prevención y la educación”, partidas “que normalmente se dejan más de lado” y que en estos PGE o bien no aparecen o se dejan al voluntariado o a ONGs. Así, “mientras no haya algo oficial que se incluya en la educación formal, desde la infancia” hasta las universidades, se seguirán reproduciendo “los malos tratos” y la violencia sexual, que aunque se denuncie “cada vez más” y haya una mayor toma de conciencia, sigue siendo “de los tipos de violencia que menos se denuncia”.

Anahí López, otra de las portavoces del Movimiento Feminista de Salamanca, así como del Sindicato Estudiantil Libres y Combativas, recordó que este año ha habido dos ejemplos claros de lucha, como fueron tanto el 8M (cuando se dio “una lucha a nivel internacional”) como el pasado jueves 10 de mayo, día en el los estudiantes protestaron contra la sentencia de ‘La Manada’.

Por todo ello, desde el Movimiento Feminista de Salamanca se confiaba en que se diera ejemplo y se saliera a la calle para reivindicar un compromiso al que el Estado adquirió y que actualmente no cumple.

En la ciudad charra, la marcha partó desde la Plaza Mayor a las 20 horas y llegó hasta la Subdelegación del Gobierno, en Gran Vía. Fue por la calle Zamora, puerta de Zamora, avenida de Mirat (donde se realizó una pequeña parada frente a la Comisión de Igualdad) y plaza de España.

Salamanca, debido a su territorio, una región de especial vulnerabilidad para las víctimas

Respecto a la provincia charra, el Movimiento Feminista de Salamanca ha resaltado algunas cuestiones importantes a tener en cuenta debido a las características del territorio “que pueden incidir sobre la protección a las mujeres que residen en entornos rurales”.

Así, el cuerpo responsable de velar por dicha protección es la Guardia Civil que “además de estar lejos en muchas ocasiones, no dispone ni de medios ni de personal efectivo para acudir de manera inmediata”, a lo que se une “el mal estado de las carreteras y el haber poco personal desarrollando otras muchas tareas a distancias considerables”, lo que “añade dificultad al desarrollo de un buen servicio”.

Además, creen que se debería hacer incidencia en “el conocimiento de los agresores de la zona y de la ubicación de la víctima”, puesto que “en la mayoría de los casos, el agresor es una persona tan conocida que no causa ningún tipo de alarma y sí una menor percepción del riesgo”. Sin embargo, como resaltaron, “el cumplimiento de una orden de alejamiento en un municipio es poco menos que imposible, siendo en esos casos la mujer la que se tiene que ir para conseguir estar segura”.

De igual manera, desde el Movimiento Feminista de Salamanca destacaron que “la presión social de las víctimas es mayor que en los núcleos urbanos, sobre todo si no son del municipio y el agresor sí”, y que “la lejanía de los recursos especializados que no se encuentran ni en la cabecera de comarca, unida a las deficiencias de medios de comunicación, ya que en muchos municipios las líneas de transporte no son ni diarias, ni están ajustadas en horarios a mujeres con niños y niñas, reducen las posibilidades de acceder a una red donde poder expresarse, contrastar, y relacionarse, para tener el apoyo necesario en estos casos”.

También quisieron resaltar “la especial vulnerabilidad de las mujeres mayores con situaciones de maltrato enquistadas de mucho tiempo, silenciadas y justificadas con ideas estereotipadas en cuanto a la violencia contra las mujeres, y la resignación para aceptarlas con la que se les ha educado”.

SALAMANCA24HORAS ofrece el desglose realizado por el Movimiento Feminista de Salamanca donde vienen recogidas todas las partidas a las que van destinadas los 80 millones.




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