Paso a paso, quizás no tan rápido como quisiera el colectivo Iguales, pero de manera segura, la comunidad LGTB+ sigue avanzando en un nuevo Día Internacional contra la LGTBfobia. Así lo admite el presidente de Iguales, Enrique Blanca, que se muestra contento con las acciones del Ayuntamiento, que se ha comprometido, comenta, a realizar varios puntos hasta el 2020.
Entre los anteriores, continúa, se encuentran la realización de campañas de fomento de la igualdad y la no discriminación, la realización de actos conmemorativos en el Día Internacional del Orgullo, la sensibilización contra las agresiones sexuales, la formación de la Policía y del Área de Bienestar Social sobre la realidad del colectivo, así como la disponibilidad de apoyo psicológico en caso de necesitarlo.
Eso sí, aunque los pasos en el terreno local vayan dando sus frutos, la pelea todavía debe continuar y especialmente debe hacerlo a nivel regional. "En Castilla y León, la Ley se encuentra parada pero nos han dicho desde el Gobierno que están esperando a la Ley estatal. Estara dejará espacios sin regular, sobre todo en las competencias que hay transferidas como en la Sanidad, en el caso de los transexuales".
En este caso, eso sí, se muestra todavía escéptico de poder conseguirlo a corto plazo. "Es muy difícil. Es una especialidad complicada. A veces no hay tantos casos como para tener una unidad completa. Se habló de hacerlo entre varias comunidades y tampoco salió adelante", confirma.
Sobre ello, además, existe una queja ampliamente extendida entre la comunidad y es el concepto de salud, ya que desde ciertos sectores todavía siguen considerando a la transexualidad una enfermedad. "No tiene nada que ver con ello. La salud es el bienestar completo", comenta.
Este, eso sí, quizás no sea el principal problema al que se debe enfrentar el colectivo. En el Día Internacional contra la LGTBfobia, el problema de los delitos de odio sigue siendo algo principal. De hecho, admite Enrique Blanca, que en Salamanca hay bastantes casos, con "una gran subdenuncia" que no acaban en juzgados por el miedo a denunciar. "Existe un agravante por delito de odio pero se utiliza muy poco".
El acceso al trabajo es otro de los factores que se deben solucionar. "Hay un rechazo automático y no se da la primera oportunidad", denuncia. Cifra, de hecho, en un 85% a nivel estatal aquellos que no pueden entrar al mercado laboral, algo que en Salamanca crece hasta el 90%.
Sobre la sociedad, admite que está cambiando y hay prejuicios que se están eliminando aunque todavía cuentan con un "gran rechazo", especialmente entre los más conservadores, "que siguen teniendo esa falta de comprensión".
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