La Semana Santa se ha hecho notar este año en el turismo salmantino, que en abril se ha visto reducido en casi 10.000 personas frente al año pasado. El dato, eso sí, que llega a los 85.367 supone la segunda mejor marca histórica, superando a otros abriles en los que también se celebró la Semana Santa, como en el 2012, cuando se hizo íntegramente, o 2015, cuyos días principales también pertenecieron al cuarto mes del año.
Este descenso en el número de viajeros tiene también su reflejo en las pernoctaciones en la provincia, que cayeron en 18.000, de manera que los turistas que eligieron Salamanca también decidieron quedarse menos noches, movidos igualmente por la falta de Semana Santa.
De esta manera, la cifra llega a 150.472 en la que, al contrario que con los viajeros, marca el descenso en la estancia media. De hecho, pese a que los visitantes en este mes fueron 3.500 más que en 2015, las pernoctaciones han descendido en comparativa en 300.
La parte positiva la dejan los extranjeros, que sí crecieron en comparación y marcan un nuevo récord frente a un descenso mayor entre los españoles. Los primeros supusieron 26.202, mientras que los segundos no llegaron a los 60.000, situándose ya en tasas cercanas al tercio del total de viajeros.
Ello también ha tenido su prolongación en las pernoctaciones, con 3.000 más entre los extranjeros hasta la cifra total de 39.435 frente a los 111.037 de los españoles, suponiendo también más del 25% ya del total.
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