Como viene siendo desde hace años, una de las alcantarillas situadas en la calle Camino del Gansino ha vuelto a estallar, convirtiendo esa vía en una auténtica piscina por la que han transitado algunos vehículos, extremando las precauciones, ya que podía haber en algunos puntos cerca de diez centímetros de profundidad.
Mientras los conductores de unos vehículos optaban por atravesar la ?piscina?, otros preferían darse la vuelta para evitar cualquier problema.
Esa agua de color marrón y que tenía un olor pestilente brotaba de tal forma que ha llegado hasta la avenida Rodríguez Sahagún, que también se ha visto inundada del agua procedente de la calle de arriba, aunque otra de las alcantarillas situada en la mediana de esta vía también ha saltado por la presión del agua.
Numerosas personas se refugiaban en soportales y donde podían, a la vez que miraban con estupefacción lo que sucedía, ya que la calle Rodríguez Sahagún se había convertido en río cuyas aguas eran de color marrón.
Mientras los coches que transitaban por la zona, pese a transitar despacio, salpicaban a los peatones que caminaban cerca de la vía o se encontraban en las paradas del autobús, algunas personas se atrevían a atravesar por los pasos de cebra, donde el agua les llegaba por los tobillos.
Finalmente, cuando la lluvia ha amainado, el agua procedente de la alcantarilla de la calle Camino del Gansino ha dejado de ?brotar? y la situación ha retornado a una cierta normalidad, ya que la calzada ha quedado llena de tierra y con algunos charcos.
Hasta las 21 horas, el sábado se han registrado en Ávila 14,4 litros por metro cuadrado, de los que 9,6 han caído en menos de una hora.
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