Las celebraciones de Unionistas de Salamanca por el ascenso a Segunda División B comenzaron en cuanto el árbitro pitó el final del partido poco antes de las 21 horas del sábado, 23 de junio. Sin embargo, este domingo no habían terminado, y es que casi 24 horas después del encuentro, la felicidad sigue embriagando a jugadores, cuerpo técnico, directiva y afición.
Los primeros, tras ser recibidos por miembros del Consistorio en el Ayuntamiento de Salamanca, con el alcalde, Fernández Mañueco, a la cabeza, salieron al balcón a festejar junto a los centenares de aficionados que se agolpaban en la Plaza Mayor bajo un sofocante calor.
Pero lo más destacable de dicha celebración fue el momento en el que Piojo pidió matrimonio a su pareja ante la ovación de aficionados, compañeros, cuerpo técnico y directiva. Una pedida de mano que el jugador reconoció que llevaba tiempo esperando y que se situaba en el momento y lugar oportuno. La respuesta fue un “sí, quiero”, por lo que la alegría para el charro será doble.
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