El joven acusado de entrar en casa de una menor en Aldeadávila y obligarla a hacerle una felación niega tajantemente los hechos

J.P.P. se enfrenta a una pena de trece años y seis meses de prisión por los delitos de agresión sexual y allanamiento

 Audiencia Provincial
Audiencia Provincial

La Audiencia Provincial de Salamanca ha acogido en la mañana de este jueves, 28 de junio, el juicio contra J.P.P., un varón que el 22 de enero de 2015 presuntamente accedió a la vivienda de una menor de edad, que padece una pequeña discapacidad psíquica, y le obligó a que le hiciera una felación.

Los hechos, según el escrito de calificación del Ministerio Fiscal ocurrieron en la localidad de Aldeadávila y el acusado se enfrenta a una pena de 13 años y 6 meses de prisión por el presunto delito de agresión sexual y a 1 año más por el presunto delito de allanamiento.

Durante la vista, el acusado ha negado en todo momento los hechos que se le imputan, indicando que fue ella la que, en primer lugar, le invitó a acudir a su casa porque sus padres no estaban, y luego la que "se me echó encima". "Ella se agachó para hacerme una felación pero, antes de que acercara la boca, yo la empujé y me marché", dijo. El acusado mantuvo en su comparecencia que fue la presunta víctima la que le dijo que entrara en su casa por la puerta de atrás, que daba a la cocina. 

Respecto a los restos de ADN de J.P.P. que aparecieron en las sábanas de la cama de la víctima, el joven indicó que seguramente ella le "tocara" y luego se apoyara en la cama. "Al excitarme yo me empapo mucho, por lo que seguramente pudo ser por eso, porque yo me marché antes y no llegué a eyacular".

J.P.P. ha afirmado también que tenía un "tonteo" con la víctima, pese a que ella "tenía novio", y mantenían conversaciones de WhatsApp con asiduidad, incluso de madrugada.

Por contra, la versión de la víctima difiere en gran medida de lo explicado por el varón. En su relato, ha afirmado al tribunal que él entró en casa por la puerta de atrás sin que ella lo supiera, ya que poco antes "le había bloqueado en el móvil porque sé que tenía intención de tener relaciones conmigo y yo no quería, ya que yo tenía novio". Tras entrar en la casa, el joven fue a la habitación de ella, que en ese momento se encontraba escuchando música, se bajó los pantalones y le dijo "que bajara al pilón". Al negarse, el varón la agarró de la cabeza, la empujó contra la cama y trató de "eyacular en mi boca, pero no pudo y se marchó". 

Ella posteriormente le contó lo ocurrido a un compañero de clase por WhatsApp, y posteriormente puso los hechos en conocimiento de la dirección de su colegio, siete días después.


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