Un exjefe del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y que estuvo participando en las complicadas labores que su unidad y otras realizaron en el Pozo de los Humos —en los trabajos de rescate tras la desafortunada caída y fallecimiento del joven mirobrigense Darío Toribio el 4 de abril de 2013—, expone a SALAMANCA24HORAS las dificultades a las que se enfrentan los agentes en este tipo de operaciones, cuando tienen que trabajar en zonas de pantanos como las de Irueña.
"Apenas has descendido un metro en el embalse, la visibilidad es cero", revela. Otro problema muy frecuente es el "limo", la mezcla de tierra y agua con sedimentos que se forma nada más empiezan a trabajar debajo del agua.
"Es muy complicado", reconoce, antes de aclarar, no obstante, que la dura formación que reciben les prepara para poder actuar en, si no todos, los principales escenarios que pueden imaginarse, entre ellos, los que, como el embalse de Irueña, cuentan con una visibilidad nula o muy reducida.
Tras matizar que cada situación real es diferente, con particularidades "únicas" que acaban dificultando las labores sobre el terreno por mucho que hayan practicado en las simulaciones realizadas, detalla que la técnica más habitual con la que se mueven en aguas sin visibilidad es la de los "cabos guía o filieres", con la que dividen el fondo en varias calles.
La técnica de los filieres les permite no desorientarse a los agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas, al poder ir marcando "campos" que les permiten avanzar en la búsqueda.
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