Pese a los esfuerzos normativos para aclarar los diferentes productos que expone el mercado de los productos del cerdo ibérico, el consumidor sigue igual de perdido, sino más, que hace unos años, cuando en lugar de etiquetas de diferentes colores para diferenciar los productos, se centraba la distinción, por ejemplo, en el jamón de cebo, recebo o bellota.
De esta forma, la actualización de la norma de clasificación y etiquetado, que también parece haber descubierto a muchos consumidores el habitual cruce del ibérico con el duroc, el único autorizado, no parece estar funcionando, a la vista de las intervenciones que este jueves ha dejado el encuentro profesional de porcino ibérico en Salamaq 2018 "Excelencia y calidad. Valores de los productos del cerdo ibérico para conquistar el mercado".
Organizada por Nanta con la colaboración de varias empresas en el salón de actos del pabellón central, la cita, que llenó el aforo en sus diferentes actividades y que contó, como colofón, con una degustación de productos ibéricos de Guijuelo, expuso los diferentes problemas existentes, desde la confusión general de los consumidores, pero también por parte de algunos establecimientos de venta, que también "se pierden".
Una de las principales consecuencias de esa confusión, según destacaron los especialistas, es la "insatisfacción" del consumidor, que, incluso, puede llegar a sentirse "engañado".
Presentado el encuentro por Fernando Fernández, comenzó con la entrevista con Enrique Tomás, "Consumidores y mercados frente a los productos ibéricos", a cargo de la periodista Verónica Arroyo. Le siguió una mesa redonda a la que sumaron Bernardo Hernández, Miguel Ángel Higuera, Elena Diéguez, Alain Saldaña y Carlos Martín.
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