Salamanca ha pasado de un agosto sin apenas gente a un septiembre donde el público de las Ferias y Fiestas ha sobrepasado las previsiones. Así, en el primer día propiamente festivo, los lugares en los que hubo algún espectáculo se llenaron.
Fuegos artificiales, el concierto de Antonio José o el encendido del recinto ferial de la Aldehuela registraron un 'no hay billetes' y ello también tuvo consecuencias y enfados de madrugada, cuando los salmantinos pretendían volver a sus casas en el servicio nocturno de autobús.
De hecho, este, que cuenta con una línea en los sentidos norte y sur con el punto de encuentro en Gran Vía a las horas en punto, acabó siendo un servicio escaso, de manera que decenas de personas no pudieron entrar en el autobús, debiendo esperar una hora al siguiente o buscando otros mecanismos para llegar.
Esto ocurrió, al menos, a medianoche y a la 1 de la madrugada, donde en Gran Vía ya se había llenado el autobús y dejado "casi otro autobús fuera", según los comentarios. Además, todas las personas que se encontrasen en las siguientes paradas, tampoco pudieron cogerlo.
El enfado fue mayor a la 1 de la madrugada, cuando ya habían acabado las actividades y comenzó a caer una gran tormenta que tampoco permitió que la gente que se había 'quedado en tierra' pudiera acudir a sus domicilios andando.
Este sábado continúan los acontecimientos festivos con la previsión de que, en el Día de la Patrona, vuelvan a ser miles los salmantinos que salgan a la calle para celebrar el segundo día de las Ferias y Fiestas pese a la previsión de más lluvia.
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