Este servicio está contemplado como una propuesta que busca fomentar la socialización y la diversión compartiendo espacios, juegos y relaciones entre niños de diferentes edades, a la vez que proporciona un espacio donde el niño pueda desarrollar la imaginación y la creatividad, experimentando y manipulando con diferentes materiales.
Concretamente, en esta ocasión se han llevado a cabo diferentes talleres de manualidades entre los que se encuentran los de marionetas, collage, máscaras, mandalas, piedras pintadas, modelados con masa de sal, marcapáginas, collares de papel, témperas o puzzles.
Esta edición ha contado con dos monitoras que han atendido a los pequeños de entre 3 y 12 años de lunes a viernes en horario de 16:00 a 19:45 horas entre la última semana de junio y la primera de septiembre, dos más que en ediciones anteriores.
El programa, que ya lleva varios años celebrándose, ha visto incrementada su participación desde que comenzó, llegando a los casi 1.100 niños en años anteriores, cifra que se ha superado en esta edición.
Según indica el concejal de Cultura, Francisco Miguel García, “hemos querido mantener la programación de la bibliopiscina en una clara apuesta por la lectura, por el fomento de la creatividad y la expresión artística para los niños participantes y lo hemos hecho ampliando el servicio en esta ocasión, cosechando tan buenos resultados como esperábamos y como veníamos anticipando por la continua subida de años anteriores”.
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