La cuidadora de una residencia de la comarca de Béjar, M.E.P.G., ha negado en la mañana de este viernes, 21 de septiembre, en el juicio en el que se enfrenta a más de dos años de cárcel por maltratar a un anciano de 93 años, que le realizara ninguna torsión ni le retorciera un dedo de la mano izquierda hasta rompérselo, ya que “no llegué a entrar en contacto con sus manos en ningún momento, sólo a agarrarle de la axila para ayudarle a acostarse, ya que estaba en silla de ruedas”.
Los hechos, según recoge el escrito de calificación del Ministerio Fiscal, tuvieron lugar a mediados del mes de diciembre de 2016, cuando la acusada agarró fuertemente los dedos de la mano izquierda y se los retorció, ocasionándole una inmovilización funcional, con secuelas y perjuicio estético.
La mujer pudo ser descubierta gracias a una enfermera del mismo geriátrico, que escuchó los gritos del anciano y, al no poder entrar a la habitación, posteriormente comprobó las lesiones que tenía la víctima que, entre lágrimas, le contó lo que le había pasado.
La acusada fue denunciada y despedida. El juicio se celebró con la ausencia obligada del anciano, que ya ha fallecido. Además de la pena de cárcel, se enfrenta también a una inhabilitación especial para profesión u oficio relacionado con el cuidado de ancianos.
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