Un vecino de Cantagallo, de iniciales D.G.G., se sentará en la mañana de este martes, 9 de octubre, en el banquillo de acusados del Juzgado de lo Penal número 2 de la ciudad, acusado de un presunto delito contra la salud pública por tráfico de drogas, después de que en octubre de 2017 la Guardia Civil localizara en al menos tres inmuebles de su propiedad, una gran plantación de marihuana. El varón se enfrenta a una pena de prisión de dos años y seis meses, así como a una multa adicional de 18.000 euros.
Según recoge el escrito de calificación del Ministerio Fiscal, los hechos tuvieron lugar en octubre de 2017, cuando la Guardia Civil solicitó autorización judicial para poder acceder a unos inmuebles de la localidad de Cantagallo. En el registro, realizado el 20 de octubre, se pudo desmantelar cuatro salas dotadas de todos los mecanismos y útiles necesarios para el cultivo de cannabis sativa, procediendo también a la aprehensión de hasta 230 plantas, 217 esquejes y una bolsa de marihuana con aproximadamente 500 gramos de marihuana seca picada y lista para su venta. También se encontraron ventiladores, aire acondicionado, estufas, humidificadores y algunos termómetros, entre otros útiles.
La Guardia Civil precisó entonces que cada una de las salas de la plantación tenía una función perfectamente definida. De hecho, una sala se utilizaba para el cultivo de plantas de cannabis sativa madres de las que se extraían esquejes que eran tratados en pequeños invernaderos hasta su germinación en otras dos salas de cultivo. Mientras, una cuarta se destinaba al tratamiento de la sustancia. Pese a que el hombre aseguró tras su detención que la plantación era "por hobby" y no se dedicaba al tráfico de drogas, toda la droga localizada habría alcanzado un valor en el mercado, mediante su venta al menudeo, de 10.856 euros.
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