​Laura, desde Salamanca hasta Vancouver para estudiar animación 3D

Esta charra lleva un año en la ciudad canadiense y está encantada. Además, asegura que “después de haberme atrevido a venir a vivir a 8.000 kilómetros de casa, no me importa dónde se encuentre mi próximo destino”

 Laura del Mazo Vancouver
Laura del Mazo Vancouver

Laura Del Mazo nació hace 23 años en Salamanca, y hace aproximadamente un año decidió hacer las maletas y marcharse lejos de casa. Concretamente se fue hasta Vancouver, Canadá. Pero, a diferencia de mucha gente, ella no emigró para trabajar, sino que lo hizo para estudiar.

Concretamente, en octubre del pasado año comenzó un curso de animación 3D y efectos especiales ya que, según explica, “Vancouver es uno de los centros de producción de cine más importantes de Norteamérica”. De hecho, asegura que “es muy común encontrarse rodajes de películas según vas caminando por la calle”.

La idea surgió tras hacer un máster en España sobre animación 3D. Fue entonces cuando uno de sus profesores le recomendó la Vancouver Film School, ya que “es una de las mejores escuelas del mundo para estudiar animación”. Así, decidió apostar por la aventura y, aunque se trata de “un programa de un año muy intenso”, se congratula de “tener la suerte de haber tenido profesores que trabajan en la industria del cine”, por lo que cree que ha recibido muy buena formación.

Durante este año dedicó los primeros cuatro meses a aprender las distintas ramas del 3D (el modelo, el texturizado, el rigging, la animación y los efectos especiales, enumera) “y los últimos ocho meses han estado enfocados en el desarrollo de nuestro proyecto final” que, en su caso, se trata de un corto de animación.

“En invierno puedes estar sin ver un solo rayo de sol durante un mes”

El idioma no fue un problema para Laura, puesto que reconoce que desde siempre le ha gustado y se le ha dado bastante bien el inglés (Vancouver está en la parte anglófona de Canadá), por lo que “no fue un inconveniente a la hora de venirme aquí”. Eso sí, asegura que “en comparación al nivel que tenía al venirme aquí con el de ahora, he mejorado muchísimo durante este año”.

Allí vive con una familia “que me ha ayudado mucho desde el momento en el que llegué” y con la que tiene una buena relación, por lo que cree que se ha adaptado perfectamente a la vida canadiense.

Además, destaca que le encanta la ciudad porque, entre otras cosas, “al tener mar y montaña a la vez hay un montón de actividades diferentes para hacer, tanto en verano como en invierno”, detalla. De hecho, Vancouver es la ciudad más cálida de todo Canadá, y la temperatura es “bastante parecida a Salamanca”.

Eso sí, la gran diferencia es “que aquí llueve la mayor parte del tiempo” (Laura llama cariñosamente a la ciudad ‘Raincouver’) y que “en invierno puedes estar sin ver un solo rayo de sol durante un mes entero”.

“Conocer gente de tantas culturas diferentes me ha hecho madurar y crecer”

Otra de las cosas que le gusta de Vancouver es que “es una ciudad muy multicultural”. De hecho, se quedó muy sorprendida cuando llegó por la variedad étnica que hay, y pone el ejemplo de su clase, donde son “unas 30 personas y hay gente de 15 países diferentes”. Por ello, no duda en afirmar que “conocer gente de tantas culturas diferentes me ha hecho madurar y crecer muchísimo durante este año”, siendo esta una de las mejores partes de la experiencia.

Y no sólo eso, sino que “al ser una ciudad tan multicultural, puedes encontrar restaurantes con comida de cualquier parte del mundo”, lo que le da un valor añadido a la villa canadiense.

Laura, además de estudiar, trabaja de camarera “cuando tengo días libres, que la verdad que son pocos”. Además, al estar realizando un curso intensivo, suele ir a la escuela de lunes a domingo “así que ya se me ha olvidado lo que es desear que llegue el fin de semana para poder descansar”.

Respecto al nivel de vida, en Vancouver “todo es muy caro, sobre todo el alojamiento”, aunque explica que “los salarios son mucho mayores que en España”. Y no sólo, eso, sino que “oportunidades de trabajo hay muchas más, en especial para la gente joven”, y reseña que la ciudad canadiense “es una de las ciudades con mejor calidad de vida del mundo”.

“Después de haberme atrevido a venir a vivir a 8.000 kilómetros de casa, no me importa dónde se encuentre mi próximo destino”

Esta salmantina sí que admite que uno de los contras de su aventura, como la define, ha sido “obviamente, el estar tan alejada de mi familia y amigos”, sobre todo en ocasiones especiales como pueden ser los cumpleaños o la Navidad. Sin embargo, cree que “con la cantidad de opciones que hay ahora para contactar con la gente a través de Internet, al final no se nota tanto la distancia.

Laura pronto acabará el curso, y su próximo objetivo es empezar a buscar trabajo. Reconoce que le encantaría encontrar un empleo allí, si bien “después de haberme atrevido a venir a vivir a 8.000 kilómetros de casa, no me importa dónde se encuentre mi próximo destino”.

Respecto a Salamanca, no duda en afirmar que le encanta y que le parece una ciudad preciosa, pero lamenta que no cree que encuentre nada de trabajo relacionado con la animación 3D, motivo por el que no está entre sus planes, por el momento, quedarse a vivir aquí.

laura del mazo vancouver

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