A principios de este año nacía en Madrid la Ilustre Academia de Ciencias de la Salud ‘Ramón y Cajal’, que trata de cumplir con el objetivo de “promover, desarrollar y reconocer las buenas prácticas en el campo de la medicina y el bienestar”, según detallan ellos mismos en su web.
Para ello constituyeron dos galardones: la Medalla al Mérito Humanitario, concebida “con la idea de premiar la labor de todos aquellos profesionales, empresas o instituciones que se han caracterizado por su actuación humanitaria y benefactora hacia los más necesitados”; y la Medalla al Mérito Sanitario, que galardona “a aquellos profesionales, empresas o instituciones relacionadas con la salud que dediquen su tiempo y esfuerzo a mejorar la vida de las personas”.
Si la entrega de las primeras tenía lugar en el pasado mes de mayo, ha sido en este mes de octubre cuando la Academia ha deliberado para otorgar las Medallas al Mérito Sanitario. Y, entre ellas, se encuentra una clínica salmantina.
Se trata de la clínica de rehabilitación neurológica Nepsa, cuyo director asistencial, Rubén Pérez-Elvira, atiende a SALAMANCA24HORAS. Este neuropsicólogo clínico explica que desde la organización hay tres vías para optar a la medalla: la primera es la autopropuesta, la segunda es que una organización paralela te proponga, y la tercera es que sea un tercero quien formule la proposición.
Ha sido esta tercera vía por la que la clínica salmantina ha sido galardonada, y eso se debe a que alguien “contento con la calidad asistencial”, ya sea un antiguo paciente o alguien de su entorno, se encargó de realizar la propuesta, según detalla Rubén Pérez-Elvira.
El director asistencial de Nepsa reconoce que, hasta el momento en el que recibió la notificación, no conocía la Academia ‘Ramón y Cajal’, pero “he hablado con el vicepresidente de la misma, el doctor López-Ibor, y me ha contado que han realizado una búsqueda exhaustiva y han preguntado” para cerciorarse de que eran merecedores del premio.
“En principio, debe ser por la calidad asistencial que damos a los pacientes”, detalla Pérez-Elvira, quien remarca que “no es por un servicio en concreto, sino que es un premio institucional, a toda la clínica”.
“Cualquier galardón, venga de donde venga, es bienvenido”
Pese a que la Ilustre Academia de Ciencias de la Salud ‘Ramón y Cajal’, el director asistencial de la clínica no duda en afirmar que “cualquier galardón, venga de donde venga, es bienvenido”, ya que eso significa que las cosas se están haciendo bien. Eso sí, recuerda que ellos no trabajan para conseguir ningún premio, sino para “mejorar la vida de los pacientes y que estos se vayan bien y contentos con el trato”.
El premio supone una medalla y un diploma donde se recoge dicho reconocimiento, “pero no hay nada económico, no nos van a dar dinero”, comenta amablemente, además de opinar que se trata de un galardón que “puede tener más acogida entre la población al hacer ver que se hace algo interesante”.
El doctor López-Ibor le explicó a Rubén Pérez-Elvira que “intentan premiar instituciones jóvenes y a profesionales jóvenes para intentar dar a conocer su labor”, ya que “cuesta más trabajo ganarse la confianza de la gente si eres joven”, algo que la Ilustre Academia de las Ciencias de la Salud ‘Ramón y Cajal’ intenta compensar.
El acto de entrega del premio será el próximo jueves, 25 de octubre, en el Salón de Actos del Ateneo Científico de Madrid a las 20 horas. “Allí me han citado” junto a los otros 34 condecorados, todos a nivel nacional.
Primer centro de rehabilitación neurológica especializado en Salamanca
La clínica premiada, ‘Nepsa, rehabilitación neurológica’ es el primer centro especializado de este tipo en Salamanca. Nació hace seis años y su función es “rehabilitar a pacientes neurológicos que han perdido funciones motoras o cognitivas”, detalla Rubén Pérez-Elvira.
Así, tratan desde personas que han sufrido un ictus o traumatismos craneoencefálicos y han perdido el habla hasta pacientes que precisan de atención psicológica o logopédica. También “todo lo que tiene que ver con el cerebro” como puede ser un tumor cerebral, esclerosis múltiple o esclerosis lateral amiotrófica.
Mucha de esa gente, especialmente la que sufría ictus, “antes acababan en residencias de ancianos, que no es el recurso que necesitan”, detalla el director asistencial. Ahora ellos tratan de rehabilitarlos ya sean sus funciones cognitivas, en el aspecto del lenguaje con logopedia o neuropsicología, o su parte más motora con fisioterapia o terapia ocupacional.
“Tenemos un programa de tratamiento medido y dirigido a ese paciente, y cada paciente es tratado como lo que es, un caso único”, motivo por el que se ofrece una atención especializada y se trata de “recuperar toda la funcionalidad posible y que logre su independencia hasta donde le sea posible”, habiendo logrado en algunos casos la reintegración total en la vida.
También poseen tratamientos avanzados, como la cartografía cerebral y el neurofeedback, que puede ayudar a tratar casos complicados “o algunos no tanto como TDH, la dislexia o las migrañas”. Todo ello gracias a un compendio de profesionales que tienen un perfil especializado y que va desde psicólogos hasta trabajadores sociales pasando terapeutas ocupacionales o neuropsicólogos.
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