Tras firmar un documento que contempla 62 medidas, el PP y Ciudadanos inician un gobierno de coalición en el Ayuntamiento de Salamanca. Al frente del mismo estará el popular Carlos García Carbayo como regidor, mientras que Ana Suárez (Ciudadanos) ejercerá de primera teniente de alcalde. “Fue fácil llegar a un acuerdo porque en la anterior legislatura trabajamos de manera constructiva: proponiendo, apoyando y sobre los presupuestos”, afirma Suárez.
Según explica la que fuera cabeza de lista de Ciudadanos a la alcaldía de Salamanca, el pacto tiene como elemento fundamental el desarrollo económico de la ciudad y la creación de puestos de trabajo. “No contemplamos que se incumpla cualquier punto porque los 62 pueden ser realizados en esta legislatura. La única medida que no recogemos es nuestra idea de transformar el paseo fluvial porque es competencia de la Confederación Hidrográfica del Duero y no municipal”, asegura Ana Suárez.
La política de Ciudadanos cree que haber negociado con el PSOE hubiese sido negativo: “Sería mercadear y subastar el Ayuntamiento de Salamanca. Cuando tienes claro un objetivo, jugar con un tercero es presionar la otra negociación. Hubiese resultado más fácil para acumular puestos y sueldos, pero esa no era nuestra meta. Reunirse por cumplir el expediente sería una crueldad porque este grupo prácticamente nos ha insultado. Me parece una broma para la ciudad reunirse con ellos. Hemos sido testigos de la deriva personal de José Luis Mateos (candidato socialista a la alcaldía de Salamanca) y nos resulta increíble su hipocresía cuando estaba dispuesto a ofrecernos todo y modificar su programa. El espectáculo que ha protagonizado estos días ha sido bochornoso. Ha afrontado la derrota como un niño inmaduro. Ha tenido una rabieta. No sabe perder. Alguien con esa falta de desarrollo no puede ser alcalde de Salamanca. Me sorprende su deriva en las últimas semanas y meses porque la dignidad personal tiene que estar por encima de todo”.
Suárez quiere que Ciudadanos cuente con cuatro asesores al asumir ese mismo número de concejalías y lamenta que María Mayoral decidiera quedarse sin el acta que le correspondía: “No entiendo su decisión, pero la respeto. Esto no va de personas, sino de proyectos. Tenemos mucho trabajo por delante”.
La primera teniente de alcalde considera que “es un grandísimo honor trabajar de manera fructífera para la ciudad” y añade que “hay que hacer más ágil el consistorio para que no sea una carrera de obstáculos para el ciudadano”.
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