Después de marcharse este sábado del Salamanca CF UDS, Marco Antonio Rodríguez ha pasado por la sintonía de ‘Tiempo de Juego’, programa deportivo de la Cadena COPE.
En una entrevista realizada por el presentador del mismo, Paco González, el mexicano ha asegurado que llegaba a “un proyecto bonito y esperanzador en una ciudad con historia en el fútbol”, pero en los tres días que ha estado en Salamanca ha descubierto que, tras fichar como entrenador, “en realidad querían que fuera un rostro a las órdenes de otras personas”.
En este sentido, ha afirmado que se ha encontrado con problemas para desarrollar sus planes: “Me imponían la forma de trabajar. Es complicado poder gestionar y mostrar tu ADN futbolístico, tu idea de juego y tu capacidad de comunicación en estas circunstancias. Los preparadores tenemos que ser los que mandemos en el campo. Por eso, hago un llamado a los jóvenes técnicos de España y Europa para que dignifiquen la profesión de entrenador”.
Para ‘Chiquimarco’, uno de los asuntos que han motivado su salida del club ha sido la condición física de los futbolistas: “Nada más llegar, me intereso por el estado de los jugadores y observo carencias y circunstancias que pueden lesionarlos. Por eso, trato de implementar la prevención de lesiones y me doy cuenta de que el preparador físico (Toño Durán) no cumple con los conocimientos que yo considero necesarios. A ese preparador físico lo trae un determinado jugador al club. Viendo el estado de la plantilla, considero necesario subir a jugadores del filial para el partido de este domingo y me lo impiden. Me sabotean y frenan mi trabajo por esos vínculos que hay entre algunos miembros de la entidad”.
A modo de conclusión, Rodríguez ha relatado que si se hubiese quedado aceptando lo que le ordenaban desde arriba, “hubiera sido un títere”.
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