El gasto medio de un funeral parte de los 3.000 euros en Salamanca

Resulta complicado establecer un precio medio en relación a los servicios que se requieren para un funeral. Depende de los conceptos que se incluyan en este cómputo y de las posibilidades que se escojan. Como en todo, el gasto va subiendo si hay extras o se incluyen materiales caros

 Cementerio Todos los Santos (21)
Cementerio Todos los Santos (21)

Además de las funerarias, floristerías, marmolistas, la iglesia, la administración pública y los cementerios, son otros los agentes económicos implicados que generan un aumento en la factura.

Según el informe anual Radiografía del Sector Funerario elaborado por la Asociación Nacional de Servicios Funerarios, casi la mitad de los costes corresponden directamente con el servicio funerario. ¿Y qué conceptos se incluyen bajo este epígrafe? Se empieza con el arca (con precios a partir de 800 euros el más básico, según la ordenanza municipal).

Después están los traslados del difunto desde el lugar del fallecimiento al tanatorio. Desde allí al lugar de la ceremonia y finalmente al cementerio. En la capital salmantina el precio alcanza los 235 euros.

Las instalaciones para el velatorio conllevan un gasto de 611 euros, que incluye la asistencia del personal durante 24 horas. La tramitación de documentación (certificado de defunción, baja en el Registro Civil y permisos administrativos para la inhumación o la incineración) cuesta 188 euros.

El propio entierro vale 555 euros en el cementerio de Tejares, mientras que en San Carlos depende de si se hace en una sepultura (669 euros) o en un nicho (644 euros).

En el tanatorio municipal la asistencia psicológica para el duelo es gratis. Es otro servicio funerario
más, como a las gestiones con aseguradoras, la coordinación de ceremonias, los servicios de tanatoestética, o el catering de algunos miembros de la familia. En conjunto, el gasto medio puede rondar los 3.000 euros.

Pero todavía queda más por pagar. El sector funerario apunta que otro 17% de los gastos que hay que
afrontar tras la muerte de una persona corresponden al IVA. Además, un 19% se destina al destino final
del cuerpo, ya sea el cementerio o la cremación y la urna. Finalmente, se incluye otro 15% para
servicios complementarios como el pago de certificados y tasas; gastos de la iglesia; coronas y flores; la lápida y las esquelas.

Gastos en sepulturas

Uno de los gastos más importantes corresponde al cementerio. Las tumbas no se compran, se adquiere el derecho sepulcral durante 99 años. Y este varía mucho dependiendo de si se trata de una sepultura convencional (6.360 euros en Tejares incluyendo la lápida o 5.125 en San Carlos, a los que hay que añadir lo que cuesta el precio de la lápida que se elija en función de lo ornamentada o sencilla que se desee); un nicho, una cripta; un columbario (para enterrar cenizas únicamente); o un panteón familiar.

Después hay que hacerse cargo de una cuota anual de mantenimiento, que varía desde los 22 euros de tumbas y nichos a los 96 de los panteones. 

Un seguro de decesos

Para afrontar de forma más cómoda todos estos gastos, resulta frecuente contar con un seguro de decesos. Pagar el entierro y los gastos relacionados en vida es una costumbre muy habitual en España. En torno al 55% de la población salmantina está cubierta con este tipo de seguro el más antiguo del país, con siglo y medio de existencia.

La contratación de estar pólizas suele hacerse tras formar una familia, según la Asociación Empresarial del Seguro. En él generalmente se incluye a todos sus miembros hasta que forman sus propias familias. Seis de cada 10 sepelios en España están asistidos por este tipo de seguro. Aunque a la larga generalmente los pagos salen más caro que afrontar todos los costes juntos, supone una gran despreocupación en el momento más doloroso. 

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