Trece Copas de Europa, 7 Mundiales de Clubes, 33 Ligas y 19 Copas del Rey, entre otros trofeos. Todos se dieron cita en Las Pistas. El Real Madrid volvió a Salamanca más de veinte años después en medio de una fiesta en Las Pistas.
Unionistas lo tuvo claro: “jugamos en casa”. Con cuatro mil personas en Las Pistas. Pero cuatro mil hinchas alentando desde muchos minutos antes de iniciarse el partido.
Los blanquinegros cayeron por 1-3 en un gran partido y con un esfuerzo encomiable en lo físico y, sobre todo, en el tema emocional.
Los entrenadores, Luaces y Zidane, marcaron sus cartas desde el inicio. Por los blanquinegros, el técnico vasco dio continuidad a los jugadores preDeportivo y formó con Brais en la meta; Piojo, Góngora, Zubiri y Ayoze en el defensa; José Ángel, Gallego, Navas y Guille Andrés en la medular; y De la Nava con Garrido en ataque. Zidane no reservó nada y sacó un once muy titular: Areola, Carvajal, Marcelo, Militao, Nacho, Casemiro, Valverde, James, Vinicius, Bale y Benzema.
Unionistas salió sin miedo al césped. Sin complejos. Valiente. José Ángel como pivote y Gallego, Navas y De la Nava intentando combinar en campo rival. Tarea difícil con Casemiro y Valverde en la medular madridista.
A los diez minutos, una carrera por la derecha de Bale encendió las alarmas en el Real Madrid. El galés se tocaba el tobillo y hacía gestos al banquillo. Vinicius lo intentó dos minutos después desde la frontal. Córner. Y James, de falta, la estrelló en la barrera. Primer momento complicado superado por Unionistas al cuarto de hora de encuentro.
Pero, solo dos minutos después un centro desde la izquierda de James, acabó en el primer gol. Góngora despejó ante la inseguridad de Brais y dejó la pelota dentro del área. El galés controló y chutó para que la pelota entrase mansamente en la portería de Unionistas.
Pudo contestar Góngora solo dos minutos después. Zapatazo lejano que obligó a despejar a Areola de puños. Navas, tras cortar un pase horizontal, también probó fortuna y la pelota fue a córner. La grada se crecía a pesar del 0-1.
El minuto 23 fue el más emotivo. Los aficionados blanquinegros alzaron sus bufandas para cantar a coro el himno de la extinta Unión Deportiva Salamanca, homenajeando a la principal razón de existencia del club.
A diez minutos para el descanso, una bonita combinación entre Marcelo y Benzema acabó con el disparo del francés al lateral de la red. Los madridistas se mostraban cómodos en el campo pero Unionistas no le perdía la cara. Un minuto después, James levantó la pelota ante Brais pero el larguero escupió el balón por encima de la portería.
Pero los de Luaces también supieron aparecer en área rival. Garrido la baja, encuentra a Navas en la espalda de Marcelo y el centro del abulense lo manda Carvajal a córner cuando Guille Andrés aparecía en el segundo palo.
La segunda parte se inició con un paradón de Brais para salvar el 0-2. Los visitantes movieron bien el balón y James tuvo la sentencia en el segundo palo, pero el meta gallego se lanzó bravo para mandar la pelota a córner.
Sin embargo, el equipo de Luaces seguía firme. No bajaba los brazos y apretaba por la banda de Javi Navas, muy activo. El técnico local metió a Romero en el campo para buscar dar más ritmo a su ataque y retiró a Garrido. Acto seguido, robo de Gallego y disparo alto. Unionistas no cejaba en sus pocas opciones de empatar.
Y la fe tuvo su resultado. Romero robó un balón, condujo la contra y la puso con la izquierda al fondo de las mallas de Areola para empatar el partido. Éxtasis en Las Pistas. Y media hora para soñar con una machada sin igual.
Pero poco duró el empuje. Una buena jugada de Vinicius acabó con el pase de Benzema a Marcelo y su centro no pudo sacarlo Góngora en el despeje (1-2).
No se quiso despedir Unionistas del partido. Va en su ADN. Un tres contra dos en una contra de De la Nava acabó con el disparo del salmantino y Areola despejaba a córner. Mucho más cerca la tuvo De la Nava a trece minutos para el final pero, de nuevo, Areola le negaba el gol con una parada a bocajarro a la salida de un saque de esquina. Los aficionados locales se llevaban las manos a la cabeza pero seguían confiando en volver a empatar el envite.
Romero estaba eléctrico desde su salida. Caracoleó ante Carvajal y su centro estuvo a punto de cabecearlo en boca de gol el recién ingresado Diego González. Quedaban solo diez minutos y Unionistas tenía la pelota ante un Madrid que ahora sí sufría.
Pero se sacudió la presión el equipo merengue con un chutazo de Casemiro al palo y una parada posterior de Brais a remate de cabeza de Jovic. Tras meter la mano el meta gallego, la pelota dio en el poste y el propio Brais la recogió en la línea de gol.
Unionistas cayó de pie. Brahim hizo el 1-3 en el descuento pero rápido la afición demostró qué es el pilar del club con el grito de “alé, alé, alé Unionista alé, hasta el final, te seguiré, alé Unionista alé”. No todas las victorias las da el marcador.
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