Acalerte ha explicado que, según los de la Junta de Castilla y León, el 5 de mayo 766 de los 1.214 centros de personas mayores con discapacidad y viviendas tuteladas de la región no cuentan con casos registrados de coronavirus, por lo que han pedido a los gobiernos central y autonómico un "plan estratégico" de transición a la "normalización" para las personas que viven en las residencias.
Para ello, la Federación pide a los ejecutivos que cuenten con el sector para que las personas mayores que viven en residencias no queden fuera del proceso de desescalada.
El presidente de Acalerte, Diego Juez, ha incidido en que "es esencial no tratar al colectivo como un grupo homogéneo y sí ver cada realidad y analizar cada caso" y ha añadido que la comunicación y la integración de las personas mayores en el entorno y el poder realizar acciones en el exterior de los centros "es fundamental para la salud mental y física de las personas que viven en ellos".
Acalerte ha apuntado que las propias asociaciones de mayores de España han explicado que en los centros donde residen las personas de más de 80 años (43.154 en Castilla y León) con pluripatología y dependencia se deberían aplicar los test de detección del virus a todas las personas residentes para saber los positivos y los negativos y dar alternativas para habilitar zonas previamente desinfectadas de la residencia, algo que ha afirmado que preconiza la OMS.
"Relajar" medidas
Acalerte ha pedido "relajar" las medidas en el interior de los centros, "siempre garantizando la protección y seguridad" de los usuarios y trabajadores y se ofrecen a la Junta de Castilla y León y al Ministerio de Sanidad para asesorar en las posibles medidas a desarrollar en las próximas semanas.
Por otro lado, consideran necesario retomar progresivamente el "día a día" en el interior de las residencias y recuerdan que actualmente las zonas comunes están desinfectadas y cerradas y que los residentes tienen que permanecer las 24 horas al día en sus dormitorios.
"Ahora, según el protocolo de Sanidad, los usuarios deben permanecer el máximo tiempo posible en su habitación y está restringido el uso de las zonas comunes. Esto está provocando un deterioro en su calidad de vida porque esas personas necesitan cierta normalidad. Creemos que con medidas de seguridad se pondría relajar el confinamiento", ha explicado Diego Juez.
Otra de las realidades es la de los centros de día, ha añadido Acalerte, que ha explicado que actualmente en los protocolos y en las fases de la conocida como desescalada no se ha incluído la apertura de los mismos.
A este respecto, la Federación también ha pedido que se tenga en cuenta a este servicio en el proceso de "normalización" no sólo por el bienestar de los usuarios "sino de las familias y de los cuidadores que están sufriendo una sobrecarga emocional, física y mental a la que no estaban preparados".
Por otra parte, el régimen de visitas también será otro aspecto que se podría empezar a flexibilizar, según Acalerte. "En los jardines o zonas abiertas se podrían cerrar encuentros con familiares, respetando la separación física y con todas las precauciones oportunas, pero es una forma de hacer menos dura la situación a los usuarios", ha explicado Juez, quien ha agregado que al final se trata de "minimizar" el impacto de las personas que están en una residencia, teniendo en cuenta que todos los implicados tengan test negativos realizados y que se mantengan medidas de seguridad restrictivas.
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