El coronavirus está desbocado en Salamanca. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ya admitía en la mañana de este jueves que, desde hace más de 10 días, existe transmisión comunitaria en la Comunidad. Y los datos lo reflejan a la perfección, ya que la incidencia y el número de casos no dejan de crecer, especialmente en la capital.
El mejor ejemplo es la zona de salud básica de San Bernardo (centro de salud Miguel Armijo, que también engloba Huerta Otea, el Marín y La Platina). Esta zona básica, históricamente asociada a la vida universitaria, acumula una incidencia, en los últimos 14 días, de 157,73 casos por cada 10.000 habitantes (un total de 325 positivos).
Esto supone que triplique los criterios Illa al tener más de 1.500 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas semanas. Es con diferencia, la zona que peor se encuentra de toda la capital, si bien le sigue muy de cerca la zona básica de salud de Universidad – Centro (también vinculada a los jóvenes universitarios), con 1.327,9 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas.
En lo que al resto de la provincia se refiere, el alfoz cumpliría en su totalidad con los criterios Illa para ser confinado (a excepción de los grandes núcleos poblacionales, si bien en Castilla y León este criterio apenas se ha aplicado). Así, en las últimas dos semanas, Periurbana Norte tiene una incidencia de 559,9; Periurbano Sur, de 757,6; y Santa Marta, de 772,2.
La otra zona básica de salud sensible es Guijuelo. Tres semanas lleva preocupando a la Junta y tres semanas lleva con malos datos. De hecho, la incidencia en los últimos 15 días es de 960,7, reflejando que el número de casos en la zona no deja de aumentar. Casos relacionados, en muchas ocasiones, a las fábricas y mataderos de la localidad guijuelense.
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