Nueve personas de una familia han fallecido después de comer unos noodles que llevaban un año congelados. En el alimento había presencia de ácido Bongkrékico, una toxina respiratoria que puede acabar con la vida de una persona en cuestión de horas. La familia, natural de Jixi (China), se dispuso a comer el pasado 5 de octubre un Suantangzi, una especialidad local, con unos fideos que estaban fermentados. Tres niños se negaron a seguir comiendo porque no les gustaba el sabor y son los únicos supervivientes, según informa el diario digital La Información.
Los síntomas de una intoxicación así empiezan a las pocas horas de haber comido el alimento contaminado. Se empieza con un dolor de estómago, sudoración y malestar general que va poco a poco dejándonos sin fuerzas. Algunas personas acaban entrando en coma.
Una enfermedad así a día de hoy no tiene ningún antídoto, por lo que los datos oficiales elevan la tasa de mortalidad al 40%, según el director de seguridad alimentaria del Centro de Control y Prevención de enfermedades de Heilongjiang.
Daños en múltiples órganos
La también conocida como flavotoxina A genera fuertes daños en riñones, hígado o corazón. Esta familia murió cinco días después de consumir los fideos, según recoge el diario Mirror. El plato contiene harina de maíz fermentada.
La noticia se conoce horas después de que ayer Costa Rica elevara a 25 las personas que han fallecido después de consumir licor adulterado con metanol en las últimas semanas. Las autoridades de salud indicaron en un informe que hasta este martes 20 de octubre se contabilizan 59 casos sospechosos de intoxicación con metanol, 25 de las cuales han muerto.
Los fallecidos son 22 hombres y tres mujeres, con un rango de edad de entre los 23 a los 75 años. "El Ministerio de Salud continúa realizando operativos interinstitucionales en todo el país, se han inspeccionado un total de 96 establecimientos comerciales y se han decomisado 15.605 unidades de producto", explicó el portavoz de la Unidad de Normalización y Control, Daniel Quesada. El ente mantiene una alerta sanitaria por productos adulterados con metanol con las etiquetas alusivas a diez marcas.
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