David Castaño: ''Faltan 150 millones de los planes europeos para afirmar que Castilla y León mejora respecto a los PGE de 2018''

La formación naranja vota a favor del techo de gasto y alerta del excesivo optimismo del Gobierno de España en relación a los ingresos

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 Cs David Castaño Pleno CCyL 04112020 (2)
Cs David Castaño Pleno CCyL 04112020 (2)

“Asignar a Castilla y León 293 millones euros de los Fondos de Recuperación Europeos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no habilita a nadie para afirmar que la Comunidad mejora respecto a las Cuentas de 2018. Faltan 150 millones de euros para poder empezar a decir eso”, ha criticado el portavoz de Ciudadanos en las Cortes, David Castaño.

Castaño, que ha anunciado el voto a favor de su Grupo Parlamentario al techo de gasto no financiero de casi 11.000 millones de euros, ha señalado que la inversión del Estado en la Comunidad resulta insuficiente ante la situación a la que se enfrenta, en un año en el que el Producto Interior Bruto (PIB) decrecerá un 10,1% respecto al ejercicio anterior, según cifras de la Dirección General de Presupuestos del Gobierno autonómico.

“Señorías del Partido Socialista, nos han hecho perder 10 meses. Son 14.000 millones que debían destinarse a inversiones relacionadas con el fomento empresarial , los autónomos y el mantenimiento del empleo”, ha subrayado. Una fuerza laboral que este mes ha decrecido un 3,3% con 5.200 parados más hasta alcanzar los 158.584 desempleados en la Comunidad, lo que esboza un escenario económico muy duro.

“Castilla y León necesita de inversiones”, ha continuado, “y no porque creamos que tenemos más derecho que otras autonomías, que no es el caso; sino porque nuestra Comunidad conecta otras regiones y Portugal, por las numerosas infraestructuras a mantener y las muchas promesas incumplidas en materia de peajes, vías de comunicación o alta velocidad que nos restan competitividad”.

Durante su intervención, el parlamentario autonómico ha explicado el tortuoso camino recorrido para avanzar en el borrador de las Cuentas en un año marcado por la pandemia: primero, la suspensión de la exigencia para que las CCAA dediquen su superávit a amortizar la deuda, bajo el amparo de la cláusula de salvaguarda de la UE; y, desde hace unas semanas, la presentación del proyecto de PGE por los líderes del PSOE y Unidas Podemos.

Un boceto presupuestario marcado por la subida de impuestos a las rentas más altas y que en la práctica supone un aumento de la carga impositiva a la clase media y trabajadora, como en el caso del IVA de las mascarillas, que Cs en el Congreso propuso reducir al 4% y que Sánchez e Iglesias han mantenido para asegurar ingresos a costa de la ciudadanía.

“¿O es que no saben, señorías del PSOE, que el IVA es un impuesto regresivo que perjudica claramente a los que menos tienen? No suban impuestos, ayuden a los empresarios para que puedan levantar la reja y persigan a los defraudadores”, ha afeado.

El procurador por Salamanca también ha solicitado la redacción de unos presupuestos realistas y ha advertido del excesivo optimismo del Gobierno de España en materia de ingresos. “Sánchez es demasiado optimista respecto a la recaudación y esto genera un efecto de arrastre para las CAA, ya que los PGE son la referencia para las cuentas autonómicas”.

Castaño ha señalado que a su formación “le preocupa un aumento inesperado del déficit público” y ha reconocido que “seguramente hagan falta transferencias” para paliar los ingresos presupuestados por el Ejecutivo y que no van a llegar o, “lo que es peor, secuestrar el capítulo 2 de los PGE, dedicado a los impuestos indirectos, a finales de agosto de 2021”.

El político liberal, además, ha alertado de que el modelo de recuperación en ‘V’ del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital – una caída muy acusada en 2020 para crecer muy rápido en 2021 – puede verse sustituido por un modelo de recuperación en ‘K’ en toda la Unión Europea: es decir, con una salida muy rápida de los países ricos y con un mayor dinamismo industrial y tecnológico (los del centro y norte de Europa) y un desplome en los países más dependientes del sector servicios (los del sur del continente).

“En adelante será nuestra responsabilidad, vía presupuestos, de encaminarnos hacia una economía más dinámica y próspera que combine el sector privado con lo público. Que aumente nuestra productividad asociada al conocimiento y que haga de nuestros ciudadanos la verdadera riqueza de nuestra nación”, ha concluido.


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