Los bares de Salamanca están cerrados, pero no por ello los jóvenes estudiantes que viven en la ciudad van a dejar de beber alcohol cuando se acercan los fines de semana. Desde el jueves hasta el domingo, pese a las restricciones que se mantienen activas para contener la pandemia del coronavirus, las imágenes de chicos y chicas jóvenes con bolsas llenas de bebidas dirigiéndose a viviendas provadas no dejan de repetirse.
El pasado domingo, a partir de las 6:00 horas, una vez finaliza el toque de queda, el goteo de jóvenes por las calles del centro de Salamanca y por la zona del Campus Unamuno era constante. Unos, con claros signos de embriaguez, tal y como han relatado algunos ciudadanos que contemplaron las escenas a SALAMANCA24HORAS; otros, aún se llevaban a sus casas los restos de bebidas de la fiesta nocturna. Algunos hosteleros salmantinos han mostrado a este diario su descontento: “Mientras los hosteleros de Salamanca pasan hambre, los estudiantes pasan de todo”.
Las denuncias por fiestas en pisos, por ruidos y por saltarse las restricciones sanitarias han continuado, un fin de semana más, en la capital charra. La Policía Local ha tramitado numerosas denuncias durante las noches del jueves, viernes y sábado en unas intervenciones que ya se están convirtiendo en habituales, a falta de concienciación individual.
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