Se mantiene el pesimismo: la economía española será la que más caiga este año y no habrá recuperación hasta 2022

Según la OCDE, el país repuntará por encima de la media de la eurozona en 2021 y 2022

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 Nadia Calviño | EP
Nadia Calviño | EP

La economía española está falta de buenas noticias. El pesimismo sigue vigente aunque se vean algunos brotes verdes. España será el país de la UE más castigado este 2020 y la OCDE pronostica una caída del PIB del 11,6%, siendo el que más cae de todos los estados que forman parte de la organización, por delante de Grecia y de Italia. Eso sí, habrá un repunte en los dos años siguientes, con una mejora de un 5% en 2021 y de un 4% en 2022, por encima de la media de la eurozona en ambos casos. Eso sí, ese crecimiento para el año que viene es la mitad del que estima el Gobierno (9,8%), según informa el diario digital 20minutos

En junio, la última vez que la OCDE ofreció pronósticos para España, el organismo consideraba que la economía se hundiría un 11,1% en caso de que solo hubiera habido una oleada de la pandemia y un 14,4% si se producían dos oleadas. Dado que finalmente sí han sucedido dos oleadas, la mejora del pronóstico es de casi tres puntos porcentuales.

En el informe correspondiente a noviembre, la OCDE recalca que las continuas perturbaciones en los viajes y el turismo "serán un lastre para la recuperación hasta que una vacuna efectiva se generalice". Además, añade que hay "incertidumbre" y que la mala situación del mercado laboral "pesará sobre el consumo privado". A medida que la demanda externa se recupere gradualmente, las exportaciones contribuirán al crecimiento tanto en 2021 como en 2022. Se prevé, eso sí, que la tasa de desempleo siga siendo elevada. De hecho, el año que viene se situará en el 17,4%, para bajar en 2022 al 16,9%, según las previsiones.

Con respecto al resto de indicadores macroeconómicos, la OCDE estima que la ratio de deuda rondará el 120% del PIB durante los próximos dos años. Además, el déficit escalará hasta el 11,7% en 2020 y se reducirá gradualmente hasta el 9% en 2021 y el 6,6% en 2022.

El actual enfoque flexible de adaptar las políticas para ayudar a las empresas y los trabajadores a la evolución de la pandemia "debe mantenerse", avisan, dirigiendo el apoyo fiscal a los más afectados por la crisis. Si bien la extensión de los ERTE apoyarán a los sectores más afectados, "deberían ir acompañados de más formación y políticas activas de mercado de trabajo más sólidas para preparar la reasignación de recursos entre empresas y sectores", sentencian en este sentido.

Desde la OCDE recuerdan que el plan de recuperación nacional se centra especialmente en los objetivos de inversión digital y ecológica, "que deberían ser logrados mediante ambiciosas reformas estructurales para impulsar la productividad, crear empleos y mejorar el medio ambiente". Esos tres pilares los tiene en cuenta el Gobierno, pero el organismo pide que sean tratados de forma firme.

A pesar de un fuerte repunte en el tercer trimestre de 2020, "el nivel del PIB fue un 9,1% inferior al del último trimestre de 2019". El aumento de las infecciones desde finales del verano y la introducción de cuarentenas para viajes por parte de otros países "limitaron la recuperación de los sectores relacionados con el turismo". El número de turistas en septiembre fue del 87,1% menor que hace un año y las transacciones con tarjetas de crédito extranjeras disminuyeron un 65% en octubre, añaden en el documento para analizar la situación de España.

"Los indicadores de actividad siguen recuperándose, pero los de los servicios registraron un descenso más pronunciado, debido a las nuevas medidas de contención", expresan. Asimismo, el número de trabajadores en ERTE en octubre fue el 18%. Sin embargo, "el ritmo de salida de los planes de retención de empleo se ha ralentizado, con el restante los trabajadores se concentraron en los sectores y regiones más afectados por la crisis".

Los ERTE precisamente y la prestación extraordinaria a los trabajadores por cuenta propia se han prorrogado hasta el 31 de enero de 2021, mientras que las medidas de ayuda a los inquilinos vulnerables durarán hasta finales del año que viene, recuerda la OCDE. Así, han enumerado una serie de pasos que ha dado el Ejecutivo central ante la crisis de la Covid-19. En julio se creó un mecanismo adicional de garantía de préstamos de 40.000 millones de euros (3,2% del PIB de 2019) para financiar nuevas inversiones de las empresas y los trabajadores autónomos y un fondo de 10.000 millones de euros (0,8% del PIB) para promover la solvencia de las empresas estratégicas.

Por otro lado, durante el verano se introdujeron una serie de paquetes dirigidos a sectores específicos (automóvil, turismo, transporte). Se creó un fondo Covid-19 de 16.000 millones de euros (1,3% del PIB) para transferir recursos a las regiones para ayudar a las inversiones en sanidad y educación.

En noviembre, para apoyar la solvencia firme, el período de vencimiento para pagar todo el préstamo, la gracia los plazos para el pago del principal del préstamo y el plazo para solicitar préstamos en virtud de la se aumentaron las garantías y se prorrogó la suspensión de los procedimientos de insolvencia hasta marzo 2021. Además, "la política monetaria del Banco Central Europeo, incluyendo la ampliación de los activos de las compras, seguirá apoyando la demanda agregada".

La recuperación exige un buen uso de los fondos de la UE

El plan de recuperación nacional presentado en octubre describe las principales áreas en las que los 72.000 millones de euros (5,8% del PIB) que se espera que España reciba de Se utilizarán los fondos de la UE de la próxima generación. 26.600 millones de euros (2,1% del PIB) de estos fondos ya están incluido en los Presupuestos Generales de 2021.

"El fuerte repunte en el tercer trimestre de 2020 será seguido por una contracción en el cuarto trimestre", esgrimen en el informe. Se supone que los efectos adversos de las nuevas medidas de contención en la actividad, especialmente en el sector de la hostelería, "se irán atenuando lentamente". En consecuencia, "la recuperación será gradual y el nivel del PIB se mantendrá por debajo de los niveles anteriores a la crisis a finales de 2022". El aumento del consumo privado "se verá limitado por la recuperación incompleta del mercado laboral y el elevado ahorro preventivo". 

Aunque la inversión empresarial se recuperará, apoyada por los bajos tipos de interés y la disminución de la incertidumbre, "la todavía baja utilización de la capacidad combinada con la debilitación de la posición financiera de las empresas limitará el alcance de la recuperación. En consecuencia, el aumento de la actividad económica "solo invertirá parcialmente el aumento de la tasa de desempleo".

Desde la OCDE alertan también de que entre los riesgos a la baja figuran los efectos más persistentes sobre la solvencia de los hogares y las empresas, "que restringen la recuperación de la demanda interna más de lo previsto". Pero hay un lado positivo: una recuperación más rápida de lo previsto del turismo y del crecimiento de los socios comerciales y una rápida utilización de los fondos europeos de recuperación que impulsen la inversión pública podrían dar lugar a un repunte más fuerte.

El organismo da además una serie de recomendaciones. "A corto plazo, se debe seguir prestando apoyo a los afectados directamente por las nuevas medidas de contención". Al mismo tiempo, debería promoverse la capacitación de los parados "para mejorar sus perspectivas de encontrar un nuevo empleo en sectores y empresas en expansión". Los servicios públicos de empleo deberían reforzar "el apoyo individualizado, mediante la ayuda de herramientas de elaboración de perfiles, para facilitar la mejora de la capacitación de los trabajadores y mejorar la adecuación al mercado laboral".

Una prolongación de la crisis puede llevar a las empresas viables a la insolvencia. "Las lagunas que aún existen en los regímenes de insolvencia deberían abordarse para acelerar los procesos de reestructuración extrajudiciales". También es necesario "reducir las barreras que desde hace mucho tiempo obstaculizan el crecimiento de la productividad". Es fundamental, avisan, "la aplicación efectiva de las reformas estructurales anteriores que abordan la fragmentación de los mercados de productos en el mercado interno". En este sentido, debe "aumentarse la coordinación y la evaluación de las políticas de innovación regionales y nacionales para mejorar la calidad de la innovación", concluyen.

Por otra parte, el adelanto de las inversiones en energía renovable, eficiencia energética y transporte sostenible durante la recuperación, siguiendo el Plan Nacional de Energía y Clima y los objetivos del plan nacional de recuperación, "ayudaría a la transición ecológica así como a la creación de empleo".

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