“Descubres gente que apenas tiene comida para pasar el día y la comparte con una sonrisa”

El periodista salmantino Alberto López conoce de primera mano los devastadores efectos de la pobreza y, según indica, a cambio de su granito de arena recibe mucho más de lo que puede dar. Un aprendizaje que ha atesorado en diferentes viajes por los países más pobres de África y América Latina

 “Descubres gente que apenas tiene comida para pasar el día y la comparte con una sonrisa”
“Descubres gente que apenas tiene comida para pasar el día y la comparte con una sonrisa”

Alberto López, periodista salmantino que desarrolló parte de su carrera en diferentes medios de comunicación locales, bien sabe cómo se las gasta la pobreza, aunque tiene el privilegio de haber conocido las bondades de la gente humilde. Ahora es parte del departamento de comunicación de Misiones Salesianas y viaja con frecuencia a diferentes países para desarrollar en ellos proyectos relacionados con la información. Sin embargo, no es la motivación laboral la que ha hecho que se embarque en largas travesías, ni el deseo de aventura, como reconoce a SALAMANCA24HORAS.

Cuando era periodista en activo en la capital del Tormes solicitó una excedencia en su empleo para irse como cooperante voluntario a América Latina. Se adentró en el Amazonas para montar una radio para salvar la incomunicación de una zona de la selva de Venezuela, acudió a Bolivia y Paraguay para dar clase a los niños con el objetivo de mitigar el analfabetismo. “La educación lo es todo en poblaciones vulnerables. Es una herramienta fundamental para luchar contra la pobreza”, sostiene.

En Sierra Leona y Liberia conoció el ébola. La epidemia dejó en año y medio más de 11.000 muertes y miles de afectados en África occidental, entre ellos muchos niños quedaron huérfanos y estigmatizados. Cabe recordar que tuvo tiempo para contarlo a través de una conferencia celebrada el pasado año en el Teatro Liceo de la capital. “Son situaciones muy duras pero es necesario acudir”, recuerda, quien también advierte que lo que más le mueve es el espíritu de ayuda hacia los demás.

En este sentido, uno de los últimos proyectos que ha realizado como parte del departamento de comunicación de Misiones Salesianas es la realización de un documental en Colombia sobre los niños soldado. Situaciones que por escandalosas y lejanas que resulten, suceden y deben contarse, como la prostitución de menores en otras zonas del globo. “Mi labor es conocer la situación del país, hablar con las personas de allí, documentar la grabación y buscar localizaciones”, aclara.

Además, Alberto López no ha abandonado su labor como periodista y documenta sus experiencias a través de artículos que publica en el portal de Misiones Salesianas. Una organización que nació en 1875 cuando San Juan Bosco envió a 10 misioneros a la Patagonia y que, desde entonces, está presente 132 países de los 5 continentes con más de 15.000 salesianos desarrollando una labor educativa en los colegios con la intención de que los más vulnerables puedan enfrentarse a la pobreza.

El yogur y los espejos

Unos viajes que, sin duda, dejan vivencias impagables y un crecimiento personal a tener en cuenta. “El aprendizaje es que recibes mucho más de lo que tú puedes dar. Descubres gente que no tiene nada pero sonríe. Gente con muchos problemas, que apenas tiene comida para pasar el día pero, aún así, la comparte con una sonrisa”, cuenta Alberto López. Es el valor que se le confiere a cada cosa lo que él piensa que no se hace adecuadamente en países no asolados por la pobreza, como lo es España.

“Casi todas las personas tenemos un mínimo de sensibilidad y todo el que la tenga, puede ayudar. Alguno me dice que le gustaría hacer algo parecido a lo que yo hago, entonces yo le digo que lo haga. Solo hace falta querer dedicar tu tiempo a los demás y llevar tu ayuda. Cualquier persona que haya crecido aquí tiene mucho conocimiento que puede ser muy útil allí”, considera.

Y para explicarlo, Alberto López utiliza una metáfora alimenticia. “Aquí vivimos en el 'mundo del yogur'. Todo caduca. No nos damos cuenta de los verdaderos problemas, que existen y no tan lejos de nosotros. Lo normal en África es que un niño sea huérfano o que su madre tenga que ir al mercado vender y si no lo consigue tengan que dormir en la calle porque no pueden abrir la casa”, lamenta. “Es un granito de arena lo que puedes aportar”, dice. Pero muy importante.

Cabe recordar que los últimos viajes que el periodista ha hecho a Sierra Leona se han llevado a cabo en el marco de una colaboración con Perfumerías Avenida y el Real Madrid para llevar bolsas de deporte con material deportivo para los niños sierraleoneses. “Al final se trata de llevar ayuda económica pero es algo más. Ayudas a que sonrían, les haces una foto y se las enseñas, luego las imprimes y en el viaje de vuelta se las das. Para ellos es importante porque no se conocen”, recuerda. Y es que allí no hay cámaras, tampoco espejos. Puede que aquí sobren algunas cámaras y muchos espejos.

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