Misa de acción de gracias en Valdunciel por la beatificación del sacerdote Ángel Alonso Escribano

Presidia por el obispo de Salamanca, Carlos López. Como antesala del acto, el sábado el párroco de la localidad presentó y bendijo un cuadro del nuevo beato, obra de la carmelita samaritana  Ana Carmen del Redentor

 Misa de acción de gracias en Valdunciel por la beatificación del sacerdote Ángel Alonso Escribano
Misa de acción de gracias en Valdunciel por la beatificación del sacerdote Ángel Alonso Escribano

La parroquia de san Vicente Mártir de la localidad armuñesa de Valdunciel celebra este domingo a las 13 horas una eucaristía de acción de gracias por la reciente beatificación de uno de sus vecinos, el sacerdote operario diocesano Ángel Alonso Escribano, quien fue martirizado por odio a la fe el 29 de agosto de 1936 en el Barranco del Chisme de Vícar (Almería) junto a otros 114 compañeros, entre ellos los obispos de Almería y de Guadix. El pasado 25 de marzo fue beatificado en Roquetas de Mar (Almería), en una celebración que fue presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos. 

La Misa de acción de gracias por su beatificación se enmarca dentro de las fiestas patronales de la localidad y será presidida por el obispo de Salamanca, Carlos López, y concelebrada por su párroco Carlos López Alejo, el director general de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, Florencio Abajo y tres miembros del Consejo general de la Hermandad. 

En esta fiesta también estará presente el grupo de delegados de los Operarios de diversas partes del mundo (del Cono Sur, de Venezuela, de México y de África), que durante estos días están participando en España en un encuentro. Antes de la homilía, que será pronunciada por el obispo, el director general de la Hermandad de Operarios, leerá una semblanza biográfica del mártir Ángel Alonso.

La parroquia ha editado una estampa devocional con la imagen del beato para ser distribuida entre los fieles. Una sencilla placa de mármol blanco recuerda su martirio a la puerta de la iglesia de Valdunciel donde fue bautizado, creció en la fe y donde celebró su primera Misa tras ser ordenado presbítero en el mes de septiembre de 1921. 

Como antesala del acto de este domingo, el sábado el párroco de la localidad presentó y bendijo un cuadro del nuevo beato, obra de la carmelita samaritana  Ana Carmen del Redentor. 

El beato

Ángel Alonso Escribano  nació el 18 de enero de 1897 en Valdunciel (Salamanca), hijo de Benito Alonso García y Andrea Escribano de Dios. Obtuvo el doctorado en Teología en la Universidad de Salamanca y la licenciatura en Derecho Canónico en Comillas, recibiendo el orden sacerdotal el 11 de septiembre de 1921. Ejerció su ministerio sacerdotal en la parroquia de Fuenterroble de Salvatierra (1923-1926). 

Pronto descubrió su carisma de entregarse a la formación del clero e ingresó en la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos donde hizo su primera vinculación el 12 de agosto de 1927, dedicando su vida a la formación de seminaristas. Fue prefecto de disciplina del Seminario de Burgos (1926-1930), y luego en el Seminario de Valladolid (1930-1933). El curso siguiente fue prefecto y profesor en el Seminario menor de Belchite.  En todos ellos dejó un grato recuerdo. 

Enviado al Seminario de Almería en 1934 como prefecto y profesor de Lógica, asumió diversos oficios al servicio de los seminaristas. De entre todos, la dirección espiritual cobró una singular importancia en su ministerio. Respetado y querido por todos, sobresalían en su persona las virtudes de la humildad y la pobreza, así como su piedad y devoción al celebrar la Eucaristía.

Aunque debía marcharse a Salamanca el 10 de julio de 1936, al esperar la llegada de su sucesor quedó prisionero. Refugiado en un cortijo de la Cañada de san Urbano, tras varios registros fue detenido con tres hermanos de La Salle. A sus 39 años compartió martirio con los Beatos Obispos de Almería y de Guadix, Mons. Manuel Medina Olmos y Mons. Diego Ventaja Milán. La madrugada del 29 al 30 de agosto de 1936 fureron conducidos al Barranco del Chisme de Vícar (Almería) donde fueron martirizados y sus cuerpos fueron desgarrados y quemados.

Su vida es el sencillo testimonio de un joven sacerdote con vocación de educador que recibió la gracia del martirio a los 39 años. Esta fue, sin duda, la lección que sus alumnos siempre recordaron. De esto da testimonio uno de aquellos seminaristas: "tenía no sólo nuestra estima y respeto por ser nuestro superior del Seminario, sino porque en todo momento fue ejemplo y estímulo con sus virtudes para los alumnos del Seminario y ayuda cariñosa en nuestras necesidades".

Ángel Alonso fue beatificado el 25 de marzo en Roquetas de Mar (Almería) junto a otros 114 mártires incluidos en la causa 'Deán José Álvarez-Benavides y de la Torre. La ceremonia fue presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, quien en su homilía instó a seguir el ejemplo de los mártires y "perseverar en la fe porque Jesús siempre estará con nosotros hasta el fin del mundo".

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