Un trotamundos salmantino atraviesa Europa en autostop: “En todos los países hay buena gente por conocer”

Oriol Geisle salió el pasado 5 de julio del barrio del Oeste con destino hacia el sudeste asiático. SALAMANCA24HORAS ha contactado con él cuando ya se encuentra en Letonia y relata en primera persona su experiencia. “No hay fecha prevista ni plan alguno para nada, simplemente voy donde me apetece o veo por internet. Me gusta viajar y como soy pobre hago autostop y duermo en la calle”, afirma con su hamaca a cuestas. Anteriormente, durante nueve meses recorrió 30.000 kilómetros desde Malasia a Girona
 

 Un trotamundos salmantino atraviesa Europa en autostop: “En todos los países hay buena gente por conocer”
Un trotamundos salmantino atraviesa Europa en autostop: “En todos los países hay buena gente por conocer”

No ha hecho ninguna apuesta ni es un rico excéntrico que se propone dar la vuelta al mundo en ochenta días como Phileas Fogg (Willy Fog en la serie de dibujos animados), pero casi. Salamanca tiene a su particular trotamundos, Oriol Geisler, quien el pasado 5 de julio inició un viaje en autostop desde el barrio del Oeste, donde reside, hasta el sudeste asiático. Desde entonces atraviesa Europa con nada más que su mochila y una hamaca para dormir ya sea en el campo, en un parque de ciudad, una estación o un edificio abandonado.

Bajo el lema ‘Oriol World’, del que incluso lleva una camiseta, comparte su experiencia a través de Facebook e Instagram.

SALAMANCA24HORAS ha contactado con él cuando ya se encuentra en Letonia. “No hay fecha prevista ni plan alguno para nada, simplemente voy donde me apetece o veo por internet. Me gusta viajar y como soy pobre hago autostop y duermo en la calle, así además conoces gente local y ves cómo son. En todos los países hay buena y mala gente y está claro que solo conocemos a la buena, los que viajamos así, porque es la que nos ayuda”, explica.

De hecho, en su travesía sólo ha tenido tres ‘problemas’, dos en Kirguistán y el último fue hace una semana en un pueblo de Estonia. “Un borracho me encontró durmiendo en la hamaca y se puso a hablarme un rato. Cuando con mi escaso ruso le convencí a irse para casa, a la hora y media me desperté por un ruido y algo de movimiento. Me estaba rajando la mosquitera con un cuchillo... Me levanté, recogí mis cosas y me fui de ahí”, recuerda.

Durante su trayecto ha dormido en autobuses, tuk-tuks, templos, mezquitas, iglesias, parques, selvas, montañas, lagos, playas... en el centro de ciudades, a las afueras, en la autopista, en estaciones de servicio, en edificios abandonados, “en casi cualquier lugar que os podáis imaginar”. Pero al mismo tiempo ha conocido parajes que el resto de los mortales sólo podemos descubrir por internet, ha pisado lugares increíbles y conocido a gente singular. “Me han invitado a sus casas musulmanes, budistas, ateos, cristianos, católicos, familias, solteros... a mansiones, pisos, chabolas, oficinas...”, añade.

No es la primera vez que Oriel lleva a cabo este tipo de experiencia. Anteriormente viajó de Malasia a Girona durante nueve meses, más de 30.000 kilómetros en autostop. “Estuve en el Himalaya con una sudadera, porque no tenía ni siquiera planeado el viaje así, hasta que me regalaron un abrigo, hice un trekking en Sary-Chelek (Kirguistán) sin comida ni agua porque vi el camino en el mapa offline, en Tailandia suelo poner la hamaca en los templos y ayudo al amanecer a recoger las ofrendas, en China hice unos 2000 kilómetros a través del desierto en un camión hasta que en uno de tantos controles policiales no me dejaron seguir...”, recuerda entre algunas anécdotas. Todo un aventurero con una gran historia que compartir.

Si quieres saber más del viaje de Oriol, puedes hacerlo a través de los siguientes enlaces.

Instagram: https://www.instagram.com/OriolWorld

Facebook: https://www.facebook.com/OriolWorld

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