El 'Arapil Grande', majestuoso como suele en el horizonte de la llanura, luce desde este lunes en color negro carbón. El fuego ha calcinado su superficie por completo y solo la rápida actuación de los bomberos ha evitado que hubiera males mayores. De vuelta al pueblo, los vecinos han retomado la calma con rapidez, aunque lamentan profundamente lo sucedido, pues el 'Arapil Grande' es el símbolo más patente de su trascendental historia.
Con el fuego ya extinguido por los efectivos de bomberos, el pueblo conserva un manto del sofocante calor de agosto pero ni pizca de la tensión que acumuló, durante instantes previos en la tarde de este lunes, ante la propagación del fuego sobre su buque insignia. "Hemos visto el humo y hemos avisado enseguida a los bomberos, gracias a ellos el fuego no ha ido más". Un vecino descansa a la puerta de su casa, mientras su mujer prefiere recogerse, y contesta a las preguntas de SALAMANCA24HORAS.
"El 'Arapil Grande' lo es todo para el pueblo. ¿No conoces la celebración del 22 de julio?", pregunta. Sin embargo, no hay atisbo de inquietud en su persona, aún habiendo dado la voz de alarma personalmente. "Han venido dos camiones de bomberos rápidamente y lo han apagado. Aunque no les he visto volver, se habrán vuelto por Calvarrasa", presume. Sostiene que no habrá ninguna consecuencia negativa para el pueblo y que peor hubiera sido que el fuego hubiera invadido los terrenos cercanos impidiendo la cosecha.
"Yo mismo tuve arrendado el 'Arapil Grande' hace años", recuerda. Lo utilizaba para que pastara su ganado y pagaba un alquiler por ello. "El 'Arapil' tiene varios dueños. Cada uno tiene su trozo y puede hacer lo que quiera con él", explica. En la actualidad asegura que quien paga un alquiler a los propietarios del 'Arapil Grande' es el propio Ayuntamiento y el uso que le da es conocido por todos. Cada 22 de julio, el pueblo entero se alía para representar con fidelidad la famosa batalla de Los Arapiles izando en lo más alto las banderas de España, Francia, Inglaterra y Portugal para homenajear a los caídos.
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