Dos motoristas salmantinos circulaban el pasado lunes en torno a las 17:30 horas por la carretera de Ledesma cuando, a la altura de la fábrica de Enusa, en Juzbado, fueron testigos de cómo desde un coche se lanzaba un perro de pequeño tamaño, concretamente un yorkshire de color canela.
Los sorprendidos motociclistas únicamente saben que el turismo desde el que se realizó esa tropelía es un Citroën Xsara de color gris, pues no tuvieron tiempo de tomarle la matrícula a pesar de que uno de ellos, superado el susto inicial, trató de alcanzarlo “pero al ver acercarse a la moto aceleró y no hubo forma”.
Por suerte, fueron capaces de sujetar al animal, desorientado y en estado de shock por lo sucedido. Según los implicados en el suceso -dos hombres unidos por lazos familiares- nada más ocurrir el suceso llamaron a la Guardia Civil que, a su vez, logró ponerse en contacto con la propietaria del animal quien aseguró habérselo dejado unos chicos “y a saber qué han hecho con él”. La mujer prometió que se acercaría a la carretera a recoger a su mascota. Sin embargo, después de varias horas de espera, nunca llegó a personarse en el lugar por lo que los motoristas no tuvieron más remedio que llevárselo en el maletero de uno de los vehículos y hacerse cargo momentáneamente del animal, que fue entregado posteriormente a una protectora de animales.
Los protagonistas del suceso todavía no se explican cómo puede haber gente tan desalmada capaz de lanzar por la ventanilla de un coche a un ser vivo como si fuera un juguete o un vulgar objeto.
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