Un hombre se enfrenta a un año de prisión por presuntas amenazas a otro que le debía dinero

Habría ido a buscarle a su casa en una ocasión, así como amenazarle a él y su familia por vía telefónica, según la denuncia interpuesta. El acusado niega que amenazara a nadie y asegura que el denunciante le ha arruinado la vida después de que no le pagara una venta de terneros que supera los 10.000 euros

 Un hombre se enfrenta a un año de prisión por presuntas amenazas a otro que le debía dinero
Un hombre se enfrenta a un año de prisión por presuntas amenazas a otro que le debía dinero

El Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca ha acogido el juicio contra un hombre, M.L.F., acusado de amenazas a una presunta víctima que le debía una cantidad superior a los 10.000 euros debido a una venta de terneros que nunca fue abonada. Debido a ello, según el denunciante, habría recibido llamadas y mensajes en los que le insultaba y le amenazaba de muerte, como también a su familia.

El acusado, sin embargo, negó cualquier hecho que se le imputa y se lamentó de que él fuera el acusado cuando es la víctima debido a la deuda superior a 16.000 euros (11.000 según el denunciante) que tiene con él. "Este señor me ha arruinado", comentó. Pese a ello, aseguró que en ningún momento escribió los mensajes y que no se ha podido dirigir a él ya que nunca le ha cogido el teléfono.

Además, en la denuncia interpuesta también se encontraba una visita a su casa acompañado de otros dos hombres, en la que negó su implicación. En esta, según comentó, él se quedó en una plaza aledaña a la vivienda y quien habló, mediante interfono con la mujer del denunciante, ya que este se encontraba en Extremadura, fue un amigo, que también declaró lo mismo.

En esta, eso sí, la mujer de la presunta víctima de las amenazas, aseveró que vio en la puerta del portal a tres hombres, uno de ellos con un bastón, que insistían en ver a su marido. Ante la negativa de esta, al menos uno subió aprovechando la entrada de un vecino, llamando insistentemente al timbre aunque sin proferir amenazas, según comentó la propia mujer, que no pudo asegurar si subieron los tres hombres o solo uno, el que hablaba, como alegó el acusado. También negó que intentara entrar en su casa por una ventana, como comentó la mujer, imposibilitándolo unos barrotes. 

En otro orden de cosas, también quedó acreditado que acudió a una cafetería cercana de esta vivienda buscando al denunciante, si bien las formas y la manera de expresarse son diferentes según las partes. El acusado alega que entró a preguntar por él y trasladó un mensaje a los trabajadores para que se lo pasaran al denunciante de que había estado allí.

Una testigo, sin embargo, asegura que la segunda vez que acudió al local se dirigió a ella para que le dijeran a la presunta víctima de "que le iba a presentar a su prima" refiriéndose al bastón que portaba, según él por problemas en el tobillo. Además, les emplazó que les "avisara de que iba a buscarle y que le había arruinado la vida". 

Por lo anterior, el Ministerio Fiscal considera acreditadas las amenazas y mantiene la petición de un año de prisión al sumarse a los mensajes, que obran en la causa, visitas intimidatorias. Sin embargo, la defensa alegó que todo se basaba en indicios y que la visita al domicilio tuvo el solo objetivo legítimo de cobrar la deuda sin que hubiera amenazas de por medio. Además, en los fotogramas aportados no se ve que el acusado utilice el bastón de manera intimidatoria y que los mensajes aportados no pueden utilizarse como prueba según la jurisprudencia marcada por el Tribunal Constitucional en una sentencia de 2015, que marcaba como indispensable una prueba pericial.

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