Estas obras, que se tendrán una duración estimada de cuatro meses, pretenden resolver el problema de conexión entre la zona del Campus Miguel de Unamuno y el centro de la ciudad desde el barrio de San Vicente. El Ayuntamiento facilitará la accesibilidad mediante la construcción de dos rampas que se situarán en paralelo, una para los ciclistas y otra para los peatones.
Se espera que estas obras finalicen en otoño y supondrán un presupuesto en torno a 255.000 euros. Durante las obras, el paso mediante las escaleras estará abierto salvo en momentos puntuales que sea obligatorio. Para ello hay que hacer desaparecer una gran roca en el túnel a golpe de martillo para que deje de ser un obstáculo y resolver la situación existente en la calle.
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