Salamanca, una ciudad libre de plagas

El programa de control de plagas lleva a cabo actuaciones para que así sea, ya que los animales pueden afectar tanto a la salud pública como a la economía. Ratas, cucarachas y estorninos son los animales que más problemas causan, pero todos están controlados para que las molestias sean las menores posibles. Los salmantinos pueden avisar a través de los teléfonos 010 o 923245575
 

 Salamanca, una ciudad libre de plagas
Salamanca, una ciudad libre de plagas

Desde el Ayuntamiento de Salamanca se llevan a cabo varios programas enfocados al control de plagas. Esto se debe a que una plaga de animales puede afectar de manera importante a la salud pública. Concretamente, se interviene en casos de plagas urbanas que, además de causar daños a la salud por las enfermedades que vehiculan, también lo pueden hacer a la economía de la ciudad, ya que pueden ocasionar daños materiales.

Los programas de control de plaga y desratizaciones se iniciaron en la década de 1940. Desde entonces, ha sufrido una gran evolución, mejorando e incluyendo nuevos sistemas de control, como sustancias nuevas y más selectivas que sean más respetuosas con el medioambiente.

Como explica María Jesús García, técnica del Servicio Municipal del Control de Plagas, los principales esfuerzos del Ayuntamiento se centran en el control de ratas y ratones.  En este caso, el Ayuntamiento no sólo actúa en espacios públicos, sino como excepción también realizan intervenciones en domicilios particulares. Esto es debido a que consideran que las ratas son un problema de salud pública.

Con el resto de animales sólo se procede en espacios públicos, tanto en las calles como en edificios, que cuentan con un plan de control específico. Así, se actúa sobre las plagas de cucarachas, abejas y avispas o algunas aves, como palomas o estorninos. Ocasionalmente surgen casos en los que los técnicos ven necesario actuar, como problemas de garrapatas u hormigas, aunque son menos habituales.

Otra de las competencias del Ayuntamiento es, ante la existencia de plagas en viviendas privadas y mediante una denuncia, realizar una inspección para comprobar quién está provocando la existencia de esa infestación. Una vez realizada esta comprobación, los técnicos explican al causante cómo proceder (obligando incluso a tomar ciertas medidas) y, si el origen fuese público, solucionarlo. Las inspecciones, una vez interpuesto el aviso, se realizan en las 24 horas siguientes.

El control de plagas es un programa que se tiene lugar durante todo el año continuadamente, si bien, como asegura María Jesús García, durante los meses de verano es cuando más avisos reciben y más tienen que actuar. Esto se debe a varias causas, pero principalmente a que con el calor los animales se reproducen más y salen más a la superficie y a que las personas también pasan más tiempo en la calle.

El Ayuntamiento no es quién acaba con las plagas directamente. Sólo posee técnicos, que son quienes realizan las inspecciones pertinentes y, una vez evaluado el problema, avisan a una empresa contratada por el Consistorio para que pongan fin a la infección. 

Una empresa se encarga de las plagas de ratas, cucarachas y palomas. Para acabar con las ratas, un problema que afecta a todas las ciudades, se lleva a cabo un programa de desratización por sectores durante todo el año, poniendo raticida en todas las bocas de las alcantarillas. En caso de que reciban avisos de ciudadanos de que en una zona sigue existiendo el problema, se actúa específicamente y se busca el origen de este problema, como los residuos o basuras que puede haber en la calle.

Con las cucarachas se procede de la misma manera. Además del control periódico por sectores, si el Ayuntamiento recibe un aviso se lo transmite a la empresa y, en un período de 72 horas, esta se desplaza al lugar para realizar el tratamiento.

El control de palomas es un poco diferente. Ante denuncias ciudadanas, si una persona tiene problemas en su edificio, se realiza una inspección buscando el foco problemático, y la empresa coloca unas ‘jaulas trampa’ para capturarlas. Además, en los edificios históricos y monumentos se colocan sistemas de protección pasivos. Esto son redes que evitan que las palomas instalen sus nidos o se posen en ellos. También hay cables que producen pequeñas descargas eléctricas o pinchos.

En Salamanca, para evitar las plagas de paloma, también se lleva a cabo otra medida, y es la reintroducción del halcón peregrino en el ecosistema de la ciudad. Esta actuación se produce en colaboración con la Sociedad Española de Ornitología (SEO). Para que esta especie que habitualmente existía en Salamanca retorne, se les pone unas ‘cajas nido’ para que la pareja de halcones se reinstale. Así, sirve de método disuasorio para las palomas.

Otra empresa se encarga de las plagas de estorninos, ya que en este caso no se elimina a los animales, sino que se les ahuyenta con ruidos de aves como halcones o con vuelos de aves rapaces entrenadas para que no niden en los espacios urbanos. Los problemas de estorninos se producen entre octubre y marzo, cuando oleadas migran de forma natural desde el centro de Europa hacia el sur. Anteriormente se instalaban en el campo, pero desde hace unos años lo hacen en las ciudades, ya que así están libres de los depredadores que los atacan y reciben mayor calor. Durante este año alrededor de 300.000 estorninos plagaron Salamanca.

María Jesús García recuerda que Salamanca es una ciudad tranquila y no hay apenas problemas con las plagas. Así lo demuestran los avisos que reciben, que pese a que han aumentado respecto a la última década, se han estabilizado y siguen siendo números pequeños. 

Durante el 2016 recibieron 374 avisos, similares a los 373 del 2015. Destaca que por palomas sólo se recibieron 20 avisos en comparación con los 43 del año anterior, mientras que destacan las denuncias por cucarachas (172 en 2016) y ratas (128). También recibieron llamadas por avispas y abejas (28), ratones y topillos (6), al igual que por hormigas (6 denuncias), termitas (1 aviso), pulgas (1) y otros animales (12).

Además de la ya mencionada colaboración con la SEO, con la que también se ha realizado un censo de palomas y un estudio de gaviotas, el programa de control de plagas coopera con otras instituciones. Una de estas es el cuerpo de bomberos, que ayuda a los técnicos y empresas a acabar con las plagas de avispas y abejas cuando estas están en lugares de difícil acceso o peligroso para los técnicos. También colaboran con la Universidad de Salamanca, que facilita expertos y profesores para la identificación de nuevas especies, sobre todo insectos. De igual manera, se trabaja con la Policía Local.

Respecto a las nuevas plagas o enfermedades que pueden afectar a la población, María Jesús García afirma que no hay que temer, ya que el programa de control de plagas está siempre vigilante. Además, muchos de esos nuevos animales que pueden afectar, como el mosquito ‘tigre’ o la avispa asiática, todavía no han llegado a Salamanca, sino que se instalan por la zona del Mediterráneo debido a su clima. Eso lo demuestra que durante el pasado 2016 no recibieron ninguna llamada denunciando plagas o peligros de mosquitos.

Por todo ello, los ciudadanos no tienen que asustarse, ya que el Ayuntamiento siempre está pendiente de los nuevos problemas que puedan surgir. Para que los ciudadanos puedan contactar, además de por el teléfono del Consistorio o de Salamanca Avisa (010), también puede hacerlo por correo electrónico o por el teléfono del programa del control de plagas, el 923245575.

 

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