Desde minutos antes de comenzar el juicio por el crimen del paseo de la Estación, familiares y amigos de la víctima, Yolanda Jiménez, esperaban a la puerta de la Audiencia Provincial de Salamanca para recibir al presunto asesino, Roldán Armando Oyela.
La Policía Nacional tuvo que introducirlo a la carrera entre múltiples gritos e insultos. Los agentes también tuvieron que impedir que familiares y amigos se abalanzasen contra el acusado, aunque finalmente todo quedó en una anécdota más como consecuencia de la indignación por el brutal crimen que tuvo lugar en abril de 2016.
No obstante, después, durante la vista oral varios se salieron de la sala por recomendación del juez debido a su estado de nervios en la declaración al acusado al que le llamaron embustero o asesino ante sus respuestas a las preguntas de las partes. Una tensión que se prevé continúe durante los días que dure el juicio.
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