Javier Castaño vivió y fue testigo de la grotesca tarde vivida en Muro (Mallorca) durante la tarde del domingo, que terminó pasadas las once de la noche. El primer problema fue que los toreros no habían cobrado sus honorarios, por lo que el festejo sufrió un primer parón que se reanudó tras media hora de espera. Este fue el primero, al que le sucedió un segundo parón porque la cuadra de caballos tampoco había cobrado, y de nuevo prosiguió el espectáculo.
En el tercio de varas al tercer toro, el público mostró su nerviosismo y desconcierto con una vergonzosa respuesta lanzando multitud de objetos al ruedo en señal de protesta. Además de todo esto, la plaza se quedó sin iluminación en dos ocasiones, sembrando la incertidumbre total.
Ficha del festejo:Muro (Mallorca): Dos novillos de El Onsareño para rejones, y seis toros de Partido de Resina para la lidia a pie.
El rejoneador Roberto Armendáriz, silencio y oreja;
Javier Castaño, ovación con saludos y silencio tras aviso; Alberto Lamelas, silencio tras aviso y oreja con fuerte petición de la segunda; Cristian Escribano, silencio y silencio. Entrada: Más de media plaza.
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