Tras el voto a favor de los dos grupos políticos municipales, Partido Popular y Partido Socialista, los cambios en las normas urbanísticas de Alba de Tormes están más cerca de ser una realidad. Desde la aprobación en el pleno permanecerán dos meses expuestos al público, solicitando además informes sectoriales a las diferentes Administraciones. Después se realizarán las alegaciones correspondientes y se procederá a la aprobación, provisional en el pleno municipal, y definitiva por parte de la Junta de Castilla y León.

Las normas vigentes corresponden a abril de 2014 cuando el Partido Popular, tras un lento periodo, consiguió actualizar dichas normas. Desde entonces han recibido críticas, tanto del Partido Socialista como de los vecinos afectados que consideran injusto estar bajo las mismas normas urbanísticas independientemente de la zona y de la cercanía de los cinco Bienes de Interés Cultural (BIC) con los que cuenta Alba de Tormes.

Entrada en vigor en 6 u 8 meses

Por tanto, la corporación municipal, junto con técnicos y arquitectos de la zona, han realizado pequeñas modificaciones en el plan urbanístico para paliar los errores y deficiencias. El equipo de trabajo se ha basado también en la actuación de otros municipios con condiciones similares y en las quejas enunciadas por los vecinos afectados. El proceso podría durar entre seis y ocho meses, según el concejal de Urbanismo, Manuel Iglesias.

El cambio más importante es la mayor libertad respecto a las condiciones estéticas de la que dispondrán las parcelas en entornos de protección BIC; las parcelas fuera del entorno BIC pero dentro del recinto histórico, edificaciones sin ningún valor histórico de hace aproximadamente 30 o 40 años; y las parcelas de fuera del recinto histórico, posteriores a la Carretera Peñaranda.

Mayor libertad estética

Para estas zonas el plan aporta mayor libertad según la distancia a los Bienes de Interés Cultural en cuanto a la paleta de colores, la colocación de persianas, toldos, terrazas, ventanas o cerramientos. Las zonas BIC continuarán con condiciones estéticas similares, apenas ampliando la paleta de colores, siempre neutros, para las fachadas.

Además de estas modificaciones, el plan incluye la corrección de pequeños errores técnicos, la actualización de viviendas de Amatos de Alba, antes consideradas como instalaciones agrícolas; la actualización de caminos públicos a través del catastro y de la Confederación Hidrográfica del Duero y el aumento de la distancia de ganadería extensiva hacia el suelo urbano.

También aparece el ensanchamiento de la Calle Castillo al disminuir el espacio del patio del Colegio Santa Teresa, mayor libertad para construir espacios bajo cubierta en viviendas, la altura libre en pisos o locales comerciales y la posibilidad de construir pequeñas edificaciones en zonas de chalets, aumentando así el cómputo de edificabilidad. 

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